Aitana, nosotros sí confiamos en ti

No nos gusta ver a Aitana como la estamos viendo. En realidad, no nos gustan muchas de las cosas que han sucedido en los últimos meses, porque nos han llevado a ver en la joven una falta de confianza que no merece tener. Sabemos que esto es un asunto delicado, que la inseguridad de las personas es algo de lo que hay que hablar con cuidado y que en ocasiones es inevitable sentir esa falta de confianza en ti mismo, incluso aunque tengas todo a tu favor.

Por eso no queremos entrar a valorar esa desconfianza que Aitana parece tener en sí misma y en todo lo que poco a poco va logrando, solo queremos poner por escrito lo mucho que nosotros confiamos en ella. En todos los sentidos.

En primer lugar, a nivel personal. Aitana tiene grandes valores y ha demostrado ser una persona natural, sencilla y cercana, siempre dispuesta a ayudar a los demás y a disfrutar, sin juzgar, sin dejar de lado a nadie, sin buscar malos rollos. Aitana, con tan solo 18 años, es un buen ejemplo para todos. Y es la clase de persona que merecemos tener en nuestra televisión en horario de prime time.

En segundo lugar, y quizá más importante porque ‘Operación Triunfo’ es un programa de música, a nivel artístico. Dueña de una voz única, muy diferente y con un gran potencial, Aitana se ha ido superando semana tras semana. ¿Ha sido irregular? Sí, es probable que lo haya sido. Es probable que en algunas actuaciones haya brillado como el mismo sol y en otras no haya destacado por encima de sus compañeros por cualquier problema u obstáculo, pero ha aprendido, ha crecido, ha evolucionado y ha demostrado que vale para el mundo de la música. Es capaz de poner en pie a un país entero, y queremos que lo sepa.

Queremos que lo sepa porque sentimos que ella no es consciente de todo esto. Escuchándola hablar, a veces nos da la sensación de que no se ve al nivel de los demás y que no terminar de encontrar las palabras que necesita oír en aquellos que deben ser su guía y ayuda. Hace no demasiado tiempo, rompía a llorar porque sentía que nunca podía hacerlo perfecto.

Bien, Aitana, puede que todavía no hayas alcanzado la perfección, pero lo que estás haciendo es maravilloso. Lo que nos estás dando es un regalo. No sabemos cuánto tiempo tardarás en alcanzar a la artista que tienes en tu cabeza, pero lo vas a conseguir. Confiamos en ti al cien por cien.