Arturo Valls habla de la poca presencia de la mujer en el cine como una cuestión de «estadística»

Durante la celebración de los pasados Premios Goya, fueron muchas las mujeres que quisieron aprovechar el momento de gran interés público para reivindicar un trato igualitario en el mundo del cine; básicamente, las mismas oportunidades y el mismo reconocimiento. Y fueron muchos los compañeros que se sumaron a esta causa, pero también hubo alguna que otra polémica.

Arturo Valls fue el protagonista de una de las más grandes. En la alfombra roja, en una entrevista con ‘Europa Press’, el presentador quiso dejar claro que no le parecía nada bien que se utilizara una ceremonia de premios para reivindicar cosas, sin mencionar ninguna de las causas que se han llevado hasta los Goya en algún momento. Su «marear con otras cosas», como así se refirió a estas reivindicaciones, fue lo más comentado en redes sociales.

Y ahora él mismo ha querido hablar de ello. Durante una conversación con ‘Hoy por hoy’, ha querido aclarar que no quiso referirse únicamente a las reivindicaciones de las mujeres y que se encuentra bastante triste por la situación que se ha creado, pues él «participa» en los avances feministas activamente.

Sin embargo, ha tocado otros temas igualmente polémicos. Además de reconfirmar su opinión de que en las galas no se debe reivindicar nada, sin importar cuál sea el tema reivindicado, también ha puesto sobre la mesa situaciones que él ha vivido en las que algunas mujeres «han cobrado más dinero que los hombres, en los mismos puestos».

También ha asegurado que la desigualdad entre el hombre y la mujer en el mundo del cine se debe, sobre todo, a una cuestión estadística, pues hay menos mujeres que quieren dedicarse al mundo del cine. Esto explicaría, según sus palabras, que solo un 27% del total de nominados en los pasados Goya fueran mujeres (y con dos categorías exclusivamente femeninas).

«¿Tendríamos que premiar a una mujer que ha hecho una peli peor solo para que haya paridad?», se preguntaba. Parece que Arturo Valls no ha escuchado lo que piden sus compañeras de profesión.