Capítulo 18 de La Que se Avecina: Los Vecinos de Montepinar se Rebelan Contra los Obreros

Ya sabíamos que el edificio de Mirador de Montepinar estaba en un estado deplorable, por lo que nuestros vecinos no podían quedarse a vivir en sus casas. Y, si en situaciones normales cada uno va a su bola… ¡Imaginaos así!

Después de estar viviendo en la mansión del cliente de Judith y en el pueblo de Amador, han decidido volver para comprobar el estado de sus viviendas. ¿Y a que no imagináis lo que ha ocurrido?

Pues allí han intentado negociar con los obreros y, cuando ellos les han pedido que abandonasen el lugar para poder trabajar tranquilos, los vecinos se han negado… ¡Y se han quedado dentro! Sí, mientras realizan la obra…

Pese a las súplicas, los peones no han podido hacer nada y no han tenido más remedio que dejarles vivir allí, eso sí, con una condición: los pisos B y C tendrían que vivir temporalmente con los pisos del A para que pudiesen hacer la reforma desde el lado izquierdo al derecho. ¡Y así se han quedado!

Por otro lado, Amador tiene su corazón dividido en dos: tiene cariño a su «Cuqui» porque son muchos años los que ha compartido con ella, pero reconoce que «la Yoli» también le encanta y, además, es la nueva. A pesar de haber vuelto con Maite, el capitán Salami le ha explicado que echa de menos a la costurera y compara a ambas con una tarta de chocolate y de queso, respectivamente.

En cuanto a Enrique, que está perdidamente enamorado de la psicóloga, decide marcharse a Ibiza junto con Antonio Recio para ir en su búsqueda… Mientras tanto, en Montepinar, Berta ha vuelto a tener un encuentro sexual con Coque. ¡Menudo follón!

¿Cómo pensáis que terminará todo? Desde luego que a los guionistas de esta serie no les falta imaginación… ¡Cada semana lían algo nuevo! Estamos deseando ver el próximo capítulo para ver lo que se les ocurre… ¡Qué ganas!

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