Chrissy Metz, la actriz que acabó con todos los estereotipos de Hollywood

En un mundo en el que todo parece glamour, en el que incluso la más mínima imperfección es criticada hasta la saciedad y en el que sus protagonistas son mirados con lupa cada día, en todas las situaciones de su vida, es realmente complicado mantenerse fiel a uno mismo y no dejarse llevar.

Sin embargo, existe una mujer poderosa, real y triunfadora que ha tenido la valentía de hacerlo. Chrissy Metz ha sabido plantarse y mantenerse firme, aún siendo consciente de que todas las cámaras la apuntaban. Todos y cada uno de los pasos que ha dado han sido por su propia decisión, sin tener en cuenta presiones o críticas destructivas.

La actriz de ‘This Is Us’, que está nominada al Premio Emmy a la Mejor Actriz de Reparto en una Serie Dramática, se ha convertido en un ejemplo a seguir en el sentido de que ha sido capaz de enfrentarse a sus fantasmas, pero también de encararse con aquellos que querían cambiarla porque simplemente no se sentían cómodos con su verdad.

La estadounidense, que está viviendo actualmente un proceso de transformación física por su propio bienestar y a partir de su propia decisión, nunca ha tenido miedo de mostrarse tal y como es, acabando con todos los estereotipos y rompiendo con la obsesión por la delgadez que está terminando con la cordura del ser humano.

Chrissy Metz se siente segura, se siente orgullosa y nos transmite toda esa confianza que muchas veces olvidamos tener. Huye de lo impuesto, huye de esas normas no escritas que censuran incluso su ropa y disfruta de lo que le gusta, es como es y vive de la manera en la que entiende la vida.

Sigue siendo el centro de todas las miradas, pero no por su aspecto físico, eso quedó muy atrás. Chrissy Metz es ahora el centro de todas las miradas por su talento, por la lección que nos está dando a todos y por haberse convertido en una mujer ejemplo, una mujer a la que aplaudir, admirar y no perder de vista. Brilla dentro y fuera de la pantalla y, lo que es quizá más especial, nos hace brillar a los demás.