Confirmada la identidad del niño de ‘Gorgeous’, de Taylor Swift

Taylor Swift está en su mejor momento a nivel profesional. Por fin el día 10 de noviembre había llegado y, por tanto, ese nuevo trabajo discográfico llamado ‘Reputation’ ha salido finalmente a la luz. ¡Y los comentarios están siendo más que positivos!

Pero estas buenas noticias no solamente han llegado hoy, sino que lo llevan haciendo desde el mismo preciso momento en que esta nueva etapa musical de Taylor Swift comenzó. Es decir, desde que se publicó su espectacular ‘Look What You Made Me Do’. ¡Un temazo!

Una de las características principales de este sencillo era el misterio que había tras él. De ese modo, otro de sus nuevos singles también contaba con grandes secretos. Era el caso de ‘Gorgeous’ que tenía una voz bastante peculiar cuya identidad solo lo sabían unos pocos privilegiados. ¡Pero ya tenemos la confirmación definitiva!

Taylor was with Blake and Ryan at the beach and was playing gorgeous for them on her guitar, and then their daughter, James, kept saying «gorgeous» over and over

.. so Taylor was like, «could i use that?» and the intro was born

— jess (@jessxtn) November 10, 2017

Tal y como imaginamos en su día, esa dulce voz que está incluida en la canción ‘Gorgeous’ de Taylor Swift se trata de la hija de Ryan Reynolds y Blake Lively: ¡James! Y la historia del por qué está su voz y no otra dentro de la canción es realmente especial y emocionante.

Todo empezó por el simple hecho de que Taylor Swift estaba tocando la nueva canción a Ryan Reynolds y a Blake Lively. En ese momento también estaba junto a ellos la pequeña James, que no paraba de decir ‘Gorgeous’ una y otra vez. ¡Lo decía en bucle! Y eso es algo que realmente encantó a Taylor.

Tanto es así, que no dudó un solo segundo en preguntar a Ryan y a Blake si podría utilizarlo en la nueva canción. Fue ese el motivo por el cual la espectacular intro de ‘Gorgeous’ surgió. Fue gracias a la pequeña James y, por esa razón, tenía que ser ella la protagonista indiscutible de la canción. ¡Qué bonita historia!