Crítica de ‘Wonder’: Cómo enfrentarse a las dificultades y aprender a valorar los pequeños detalles

‘Wonder’ es considerada como la película melodramática por excelencia de estas Navidades. Aterriza en los cines a modo de, como no podía ser de otra manera, drama de superación personal. Basada en la novela de R.J. Palacio, la esencia de este largometraje podría basarse, sin lugar a dudas, en una de las frases que marca toda la historia de principio a fin: ‘Cuando puedas elegir entre tener razón y ser amable, elige ser amable’.

La historia que hay detrás de ‘Wonder’ es la de August Pullman (Jacob Tremblay), un niño de tan solo 10 años que se enfrenta a su primer día en el colegio. Hasta ahí todo normal pero, sin embargo, debemos saber que el pequeño nació con un trastorno genético que se traduce en una malformación facial. Por ese motivo, desde su nacimiento, tuvo que enfrentarse a un total de 27 operaciones.

Eso hizo posible que August Pullman recibiera, hasta entonces, todo tipo de educación escolar en su casa, gracias a su madre (Julia Roberts). El pequeño de 10 años nace en el seno de una familia tremendamente cariñosa y, por tanto, sobreprotectora con él. Todo gira entorno a August, dejando a un lado las vidas del resto.

‘Tal como giran los planetas entorno al sol. August es el sol’. Así lo definía la hermana sacrificada del pequeño (Izabela Vidovic) cuyo papel se convierte en uno de los más importantes de la película. No solamente August es el protagonista, sino también podemos ver lo que siente esa hermana que es capaz de cualquier cosa con tal de no preocupar más a su familia.

En ‘Wonder’ podemos presenciar cómo es la etapa de August Pullman dentro del colegio. Dejó atrás su inseparable casco de astronauta donde conseguía esconderse de todos y ocultar su rostro. Llegó a ese colegio donde conoció, en un primer momento, a Julian (Bryce Gheisar), Jack Will (Noah Jupe) y Charlotte (Elle McKinnon). Ellos se convertirían en parte fundamental de esta nueva etapa de su vida.

Gracias a August Pullman, consigues descubrir un mundo completamente novedoso. Conoces sus sentimientos, los de su familia y, sobre todo, te hace reflexionar sobre cómo la gente no se para a pensar qué hay detrás de un rostro. No piensan en el interior, simplemente descartan la idea de juntarse con el ‘rarito’ por el hecho de no encajar con el resto.

¿Pero por qué nos guiamos siempre por la primera impresión? ¿Por qué generalmente la gente se queda con eso y no tiene la molestia de conocer a esa persona? No solamente con el caso de August, sino incluso con ciertas situaciones que viven otros personajes durante la película. Estamos acostumbrados a poner etiquetas y no a preocuparnos en intentar entender al otro. ¡Y eso debe cambiar!

Esta película, sin lugar a dudas, te hace reflexionar continuamente sobre varias cuestiones. Sin ir más lejos, en ‘Wonder’ existe algo tan peculiar como es el hecho de que se discutan los propios prejuicios basándose en otros prejuicios para conseguir retratar a los personajes secundarios. Es una lección de moral y de realidad muy necesaria en una sociedad donde el egoísmo está a la orden del día. ¡Muy recomendada!