Daniel Day-Lewis, el actor de actores que no queremos dejar marchar

¿Cómo consigue un intérprete convertirse en el mejor actor del mundo con poco más de diez películas en los últimos treinta años? Siendo Daniel Day-Lewis. El irlandés no ha aceptado demasiados papeles protagonistas, mucho menos secundarios (de hecho, su filmografía sigue siendo muy curiosa), pero todos ellos nos han demostrado que (casi) nadie está a su altura.

Lo que sucede con Day-Lewis es que se transforma por completo en el personaje que se propone; dejamos de ver al actor para ver exactamente a quien quiere que veamos. Suponemos que sus interpretaciones pueden tener detalles que mejorar, pero no nos atrevemos a señalarlos. Además de dejarnos con la boca abierta con interpretaciones redondas, perfectas, que le han valido ganar 3 Premios Oscar a Mejor Actor Protagonista, una hazaña que solo él ha logrado, no deja de sorprender su metodología.

Su manera de acercarse a los retos que le han propuesto y de descubrir a esos personajes que tiene que construir es algo que muy pocos pueden hacer. Pero Daniel lo hace. Por esto, por todo lo que hemos visto, hace unos años se extendió la creencia generalizada de que es el mejor actor del mundo y estamos muy de acuerdo con eso.

Son muy pocas las personas que verdaderamente nos han hecho sentir que estamos ante personas diferentes a pesar de ver el mismo rostro; su nombre va el primero en esta lista. Parece increíble que la persona que diera vida a Abraham Lincoln en ‘Lincoln’ sea la misma que nos dejó embobados con un delicado acento italiano en ‘Nine’.

Los deliciosos matices que otorga a sus creaciones, los detalles aparentemente imperceptibles que realmente lo suponen todo, la facilidad de cambiar el tono de su voz de una cinta a otra, la fuerza de su mirada, la precisión de sus movimientos…, todo, en definitiva, le han convertido en el mejor actor del mundo. Sus interpretaciones van más allá del elogio. Ha sido una clase magistral tras otra.

Y se nos va. O eso dice. Daniel Day-Lewis anunció su retirada en junio del año pasado, asegurando que ‘El Hilo Invisible’, la película por la que vuelve a estar nominado a los Premios Oscar, es la última. No es la primera vez que hace algo así (de hecho, nos ha invitado a pensar esto en varias ocasiones), pero algo nos hace creer que es la definitiva. Ojalá nos equivoquemos. Cuesta pensar que estamos viendo cómo se marcha una persona que reúne con tanta fuerza todas las razones por las que amamos el cine. Con él, cobra sentido completo una de las frases más recurrentes en estos casos: ojalá fuera eterno.