El final de ‘The Walking Dead’ anuncia una muerte inesperada que lo cambia todo

Veníamos quejándonos desde hace una temporada de la falta de sorpresa, de emoción, incluso de tensión, que últimamente vemos en ‘The Walking Dead’. Siempre hemos defendido lo difícil que es conseguir que una serie siga sorprendiéndote después de ocho temporadas y con un tema que en cierto modo es limitado, pero aun así todos esperábamos más. Pues bien, ese “más” ha llegado. Si no habéis visto el último capítulo de la primera parte de esta octava temporada, dejad de leer porque hablaremos sin spoilers.

Ese “más” ha llegado porque ‘The Walking Dead’ lo ha vuelto a hacer: la serie de AMC se ha atrevido a hacer algo que nadie esperaba. Por supuesto, tiene que ver con el futuro de uno de los protagonistas. Y no, todavía no hemos tenido ninguna muerte.

Pero sí se ha anunciado de forma clara una. La más inesperada, la que desde el principio nos habían repetido que no iba a tener lugar, la de quien supuestamente iba a sobrevivir a todo, cuando los demás se hubieran marchado. Sí, hablamos de Carl.

Cuando ‘The Walking Dead’ comenzó y vimos la dinámica de la serie –ningún personaje está a salvo de la muerte, ni siquiera los más queridos-, desde el equipo de la ficción se empezó a comentar que el único que iba a sobrevivir a ese apocalipsis iba a ser Carl.

Pero Carl ha sido mordido por una de las criaturas, lo que significa que su muerte es inminente. Y es una muerte inesperadísima, una muerte que lo cambia todo, que cambia el futuro que habíamos imaginado para ‘The Walking Dead’ y que cambia las vidas de sus protagonistas.

Lo han vuelto a conseguir porque tenemos que recurrir a una frase que hemos dicho en muchas ocasiones pero que llevábamos sin decir mucho tiempo: necesitamos el siguiente capítulo.