El Hijo del Actor José Conde, Jaime, Novio de la Hija de Mariló Montero y Carlos Herrera, Rocío

¿Sabéis esa sensación agridulce, de odio y alegría, que se despierta en alguien cuando descubres que ese chico guapísimo y esa chica guapísima resulta que están juntos y son demasiado felices? Pues aquí tenéis a la nueva pareja del año: Rocío Herra y Jaime Conde. ¿Sabéis ahora de lo que hablábamos?

Hace pocos días os descubríamos al bellezón de hija que tienen los periodistas Mariló Montero y Carlos Herrera. Tras ello todos estos días hemos podido ver miles de fotografías de lo guapa que es Rocío, aunque no todo lo da la belleza, porque está claro que la joven Herrera tiene un don para el modelaje.

La Hija de Mariló Montero, Rocío Herrera, Debuta como Modelo (Fotos)

A pesar de saltar a la fama, el escándalo no ha aparecido en la vida de Rocío: ha sabido mantenerse lejos de la fama de sus padres y ha continuado con su vida sin marcarse un ‘Chabelita’.

Ahora vuelve a ser foco de noticia: después de saberse de su existencia como modelo, el arrase a las redes sociales no se ha hecho esperar. Gracias a su Instagram hemos podido conocer la relación que mantiene con Jaime Conde.

Otro guapo ‘hijo-de’ que no presume de la fama de sus progenitores. Al igual que Rocío con su madre, de Jaime se puede afirmar que es igualito a su padre. La trágica muerte del actor José Conde en 2011 sin duda tuvo que ser un duro golpe para Jaime. Como muestra del amor que tenía por su padre decidió tatuarse en el pecho su retrato y debajo el año del grave accidente, 2011.

Sin embargo, años después de tan mal recuerdo, a Jaime se le puede ver lleno de felicidad junto a su novia Rocío. Las fotos que la modelo comparte en Instagram parecen sacadas de la película más romántica de la historia: vacaciones juntos, celebrando la Feria de Abril o incluso de fiesta, todo juntos y felices.

Mariló Montero, Blanco de las Burlas en Twitter

Con 20 años (él 21) a esta pareja de guapísimos les queda toda una vida por delante que compartir y nosotros nos morimos de envidia, pero nos alegramos muchísimo por ellos.