‘El mal querer’ de Rosalía: una historia perfectamente construida

Estamos acostumbrados a que muchos de los álbumes que escuchamos, si bien crean su propio concepto, no siguen una línea temporal ni una narrativa lógica. Pero con Rosalía, que ya ha dejado claro cómo entiende la música, no ha ocurrido esto. ‘El mal querer’, su segundo álbum de estudio, bien podría ser una novela, una película o una vida.

Nos encontramos ante una historia perfectamente construida, capítulo a capítulo, a través de metáforas en las que cuenta todo con pocas palabras y mucho sentimiento, mucha pasión, mucha fuerza. Un álbum que te coge de la mano en ‘Malamente’ y te va llevando por esa montaña rusa que es la narración que nos cuenta, hasta soltarte en ‘A ningún hombre’. Y te deja con un mensaje claro y potente.

La magia de ir descubriendo esta historia canción a canción sólo es superada por las emociones que transmiten las mismas. Es increíble cómo, sin perder en ningún momento esa fuerza que ya caracteriza a Rosalía, la cantante es capaz de provocarnos exactamente el sentimiento que quiere provocarnos con cada tema. Incluso cuando sabemos qué va a venir después.

‘El mal querer’ es una bocanada de aire fresco para nuestro panorama musical, y lo es en todos los sentidos. Para empezar, por todo lo que hemos comentado. Rosalía se ha atrevido a crear un disco conceptual con todas las letras, que funciona de muy diferentes maneras, algo que no solemos ver en nuestra música y que nos deja claro el tipo de artista que es.

Y, por supuesto, en él encontramos esa reinvención del flamenco que ha logrado volver a conquistar al planeta entero. Mezclando ritmos clásicos de este género con sonidos de todo tipo, desde bases musicales de grandes artistas como Justin Timberlake hasta motores convertidos en música. Riesgos constantes que, en esta ocasión, son aciertos rotundos.

Rosalía ha mantenido esa esencia suya que la conecta con el flamenco, con sus raíces, pero no se ha olvidado de otras grandes influencias musicales. Como decimos, Justin Timberlake está presente con su ‘Cry Me A River’ en ‘Bagdad’, uno de los temas más emocionantes del disco’, como también lo están Destiny’s Child en ‘Di mi nombre’, con un particular homenaje.

La catalana hace música global. No sólo porque sea capaz de llevarla a todo el planeta, sino porque también llega a todas las personas. Ha tenido la valentía de unir lo que nadie antes había siquiera imaginado, y ha tenido la inteligencia de hacerlo con sentido. Así, con pequeños granitos y una creatividad que sigue sorprendiendo, ha construido ‘El mal querer’, una historia con unos cimientos firmes que termina siendo un viaje para quien se adentra en ella.

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