Jennifer Lawrence y Emma Stone se conocieron porque tenían un mismo acosador

Jennifer Lawrence y Emma Stone son dos de las grandes actrices que tenemos en la actualidad. Son todo un ejemplo tanto a nivel profesional como, por supuesto, también a nivel personal. Su gran sentido del humor, su humildad y su increíble lucha por la igualdad son cuestiones que hacen posible que todo el mundo las adore.

Por esa misma razón, también nos encanta cuando ambas coinciden. Tanto es así que, actualmente, han protagonizado una de las portadas de la mítica revista W, en una edición especial dedicada a las ‘mejores actuaciones de Hollywood’. Es ahí donde Emma Stone ha confesado por qué comenzó a tener una amistad tan estrecha con Jennifer Lawrence. ¡Es toda una anécdota!

‘Jennifer y yo teníamos el mismo acosador. Nos escribía mensajes de texto a las dos diciéndonos cosas como ‘Voy tarde a la prueba de sonido, ¿podrías preparar la orquesta por mí? Respóndeme para saber que lo recibiste’, contó la actriz de ‘La la land’. ‘No era realmente un acosador. Quizás trabajaba en un estudio puesto que tenía el número de un gran número de personas’.

Pero, ¿de qué manera este supuesto acosador llegó a influir tanto en la amistad de Jennifer Lawrence y Emma Stone? ¡Muy fácil! ‘Jen y yo nos mandamos mensajes durante todo un año antes de conocernos personalmente. Cuando le dije que viniera a mi casa ella pensó: ‘Oh, Dios mío. ¿Y si se trata del acosador?’ ¡Y yo pensé lo mismo!’, dijo Emma Stone.

Y continuó diciendo: ‘Jen me llamó y me dijo: ‘Solamente quería asegurarme de que no fueras John, el hombre orquesta (el acosador)’ y, efectivamente, no lo era. Esta fue la manera en la que nos conocimos. Esta es nuestra adorable historia de amor’. Gracias a él, se conocieron y se convirtieron en mejores amigas.

Está claro que la forma en la que comenzaron esta historia fue realmente espectacular. Una anécdota digna de contar a tus hijos e, incluso, a tus nietos. John, ‘el hombre orquesta’, debería sentirse muy orgulloso de haber sido el culpable de que estas dos estrellas se unieran en una sola. ¡Qué maravilla!