Jesús Calleja emociona España con la dura historia de su hijo adoptivo

Bertín Osborne ha demostrado ser un maestro a la hora de ‘desnudar’ el alma de los invitados ‘Mi casa es la tuya’. Incluso aquellos que creíamos conocer a la perfección nos sorprenden desvelándonos sus historias más duras y aquellos momentos que han marcado su vida por completo.

Es el caso de Jesús Calleja, quien este mismo miércoles se convirtió en el protagonista indiscutible del programa. En esta ocasión ha sido Bertín Osborne el que se ha desplazado a León, donde ha charlado con el aventurero y ha conocido aspectos y etapas de su vida que nadie conocía.

Sin duda, el momento más emotivo de la noche fue aquel en el que Jesús Calleja habló de su ‘hijo adoptivo’. Aunque confesó que la adopción nunca se llegó a formalizar legalmente, ambos se consideran padre e hijo y se tratan como tal. Una relación preciosa que comenzó hace muchos años en Nepal.

Jesús Calleja explicó que en su viaje a este país conoció a Ganesh, un niño al que comenzó a ver a menudo y con el que en seguida se encariñó. El pequeño tenía padres, pero su vida era tan dura que en una ocasión llegó a encontrarle en una perrera, en la que había sido mordido por una rata.

Ganesh padecía tuberculosis y esa fue la razón por la que decidió traerle a España, para que fuera tratado y se recuperara totalmente de la enfermedad. El niño no tardó en comenzar a llamarle papá, un momento que marcó un antes y un después. Aunque Ganesh volvería a Nepal.

Según comentó el aventurero, a su hijo le costó adaptarse al mejor nivel de vida y tuvo una adolescencia difícil, por lo que decidió mandarle de vuelta a su país de origen para que valorara lo que tenía. «A los pocos meses, cuando tuvo un altercado con la policía de Nepal y vio que no era como la española, me pidió volver», le aseguró a Bertín.

A partir de ese momento, Ganesh se centró y llegó a sacar matrícula de honor en sus estudios. Jesús Calleja contó que le había prometido una moto por sus buenas notas, pero el hijo le pidió algo más importante: que trajera de Nepal a su mejor amigo. Y Jesús cumplió. No sólo le trajo a él, sino también a una de sus hermanas. Una prueba más del enorme corazón y la gran implicación del leonés.