Jimena y Shaza Demuestran lo Fuerte que es su Amor en la Nueva Portada de ‘Interviú’

Da gusto verlas. Jimena y Shaza han pasado por mucho para llegar a la cierta tranquilidad en la que viven ahora; no ha acabado todo y, desde luego, no está todo conseguido, pero al menos pueden volver a respirar. Sus nombres os suenan porque hace un mes pasaron tres días incomunicadas en un centro de detención de Estambul, en Turquía.

Jimena y Shaza, pareja desde hace mucho tiempo, han pasado por un absoluto infierno. El padre de la egipcia les denunció ante la justicia de Dubái por ser homosexuales y han huido desde entonces. Por fin en Málaga, ya planean su boda y cuentan a ‘Interviú’ todos los obstáculos que han tenido que superar para llegar a este punto.

«He tenido cuatro parejas en Dubái antes de conocer a Jimena y no nos quedó más remedio que camuflar nuestro amor como si fuera una buena amistad», explica, para después pasar a hablar de que los matrimonios de conveniencia siguen existiendo hasta el punto de que ella ha estado cerca de casarse en tres ocasiones, por deseo de sus padres.

Jimena la salvó. Ella, evidentemente, lo ha tenido más fácil. «He tenido novias y hemos ido agarradas de la mano por la calle. Todas han ido a mi casa. Nunca he sentido rechazo», explica. Contra ese rechazo es contra lo que quieren luchar, contra la normalización de algo que es tan normal, tan natural, como lo que algunos quieren vender como la única opción sexual.

Jimena y Shaza se quieren, mucho, de verdad. Planean su boda y muchos proyectos contra la desigualdad que sufren en el colectivo LGTB. Se encuentran completamente inmersas en la causa de Maloma Morales, una joven retenida contra su voluntad en los campamentos saharauis de Tinduf.

Siguen luchando. Siguen queriéndose.