Las series de Atresmedia vuelven a darle al público lo que pide

Podemos hablar sin temor del cambio que se ha dado en el público con respecto al producto televisivo español. La sensación es diferente. Ya no hay indiferencia en los espectadores, tampoco desconfianza: desde hace un tiempo, hay ganas de tener todo lo que las diferentes productoras y cadenas quieren ofrecernos. Siempre hemos tenido buenos productos televisivos, pero nunca como hasta ahora ha habido tanta unanimidad en el público y en los propios proyectos. En este país hay talento, en todos los aspectos. En la creación, en la elaboración, en la dirección y en la interpretación.

Y el ejemplo más claro de esto lo podemos encontrar en las últimas series de las que hemos podido disfrutar en Antena 3. Desde ‘La casa de papel’, que ha sido un éxito internacional sin precedentes, hasta ‘Fariña’, pasando por ‘La catedral del mar’, que sigue reuniendo a más de dos millones de espectadores en cada emisión. ‘Allí Abajo’, una comedia, acaba de confirmar su quinta temporada. Un ejemplo tras otro. Y Atresmedia seguirá dándole al público lo que el público quiere, que es exactamente lo que ha hecho en los últimos años. Observar, escuchar, aprender y poner en práctica.

Atresmedia ha anunciado, en las últimas horas, que en sus futuras ficciones los capítulos tendrán una duración de 50 minutos, adaptándose así al modelo internacional que el público pide para España desde hace mucho tiempo. También es algo que se reclamaba desde el ámbito creativo, y que Atresmedia ha adoptado de manera definitiva.

Son muchos los beneficios que se dan de una decisión que es sin duda un acierto y que busca, entre otras cosas, terminar antes ese horario de prime time que tantos quebraderos de cabeza está trayendo. El público reclamaba poder marcharse antes a la cama, o decidía no engancharse a nada para así no tener que dejarlo a medias o no tener que trasnochar. Como decimos, desde Atresmedia lo han escuchado.

Este modelo ya funciona en ‘La catedral del mar’, donde vemos capítulos más cortos que van directamente a lo que interesa al espectador y que no obligan a incluir escenas que puedan cortar el ritmo de la historia. A priori, podemos concluir que se trata de una gran decisión.