‘Cadillac Solitario’, de Loquillo: letra, historia y vídeo

Loquillo es uno de los artistas más representativos de la movida madrileña. Un artista único, que sin querer parecerse a nadie, y sin seguir ninguna regla, consiguió convertirse en uno de los grandes referentes de la música rock en español. Un rebelde sin causa, que conquistó con su manera de ser políticamente incorrecto a miles de personas.

Aunque la canción en principio pertenecía al álbum ‘El ritmo del garaje’, ‘Cadillac Solitario’ fue publicada de nuevo por la banda en su versión en directo para el álbum ‘A por ellos que son pocos y cobardes’, del año 1989, siendo en esta nueva edición cuando alcanzó un éxito mayor.

Esta canción fue calificada por la prestigiosa revista Rolling Stone en el número 35 de las 200 mejores canciones del pop-rock  en español, según el ranking publicado en el año 2010. En palabras del propio artista, «en realidad lo que quería hacer era una mezcla mágica de Roy Orbison con Don McLean, The Clash y Springsteen. Al final lo que me salió se pareció más a Willy de Ville y a los punks de barrio».

‘Cadillac Solitario’ una declaración de soledad y arrepentimiento. Un tema que hacer honor a la frase «cualquier tiempo pasado fue mejor». La letra, escrita por Sabino Méndez, es un guiño a esa nostálgica que muestra el artista, y que se hace más evidente según va discurriendo la canción. Una canción en la que Loquillo deja atrás su amor propio, para confesar que la vida sin un amor perdido no está tan bien como creía que iba a ser.

La melodía transcurre a un ritmo muy lento y pausado, cuyos sonidos aumentan o disminuyen según el momento de la canción, siguiendo el guión: Recuerdo, melancolía, arrepentimiento e idealización de aquel amor del pasado. Una canción que marcó un antes y un después en la carrera de Loquillo, y que fue muy bien acogida entre sus fans, porque… ¿Quién no ha vivido alguna vez una situación de desamor parecida?.

‘Cadillac Solitario’ se convirtió en un referente de la banda, en una de sus canciones más conocidas y demandadas por el público. Un himno para miles de personas, que interpretada en directo adquiere una fuerza descomunal, con un Loquillo convertido en leyenda con sus gritos desesperados durante la parte final de la canción. Una joya musical de los 80 que llevó a Loquillo a lo más alto.