¿Por qué Agoney tiene que ser finalista de ‘Operación Triunfo’?

‘Operación Triunfo’ es una carrera de fondo. Igual que ocurre a los corredores de resistencia, conforme se van acercando a la meta las cosas se complican y, por momentos, ven esa esperada línea alejarse lentamente. Eso es exactamente lo que le ha ocurrido a Agoney. Después de salvarse en la nominación contra Nerea vimos cómo el canario se creció, pero esto no ha sido suficiente para situarle directamente en la final.

Esta semana, Agoney se juega el último puesto entre los finalistas con su ‘vecina’, Ana Guerra. Una situación realmente complicada que, sin embargo, ha afrontado con serenidad y buen humor, como suele ser una constante en él. El público, una vez más, tendrá la última palabra, el voto final para decidir quién de los dos puede luchar por la victoria y por representar a España en Eurovisión.

A estas alturas todos los espectadores tienen sus favoritos, es evidente, pero por si eres uno de esos dudosos que aún no tiene claro a quién salvar esta semana, queremos contarte por qué Agoney debería ser el quinto finalista.

Sobra decir que por talento merece ese puesto como pocos. Estamos hablando de una voz prodigiosa, de una voz que incluso sus profesores han etiquetado como única, capaz de llegar a registros que nunca antes habían escuchado, y, por tanto, una voz que tenemos que cuidar y mimar. No es fácil encontrar artistas como Agoney, y despreciarlo sería el mayor error que podríamos cometer.

Pero más allá de su voz y de su talento, que quedaron más que claros en los castings, la evolución del canario también merece su premio. Llegó a la Academia agarrado a su virtuosa voz, pero sin dominarla al 100% y ahora puede hacer literalmente lo que quiera con ella. Como ocurre con los caballos salvajes, una voz así no es fácil de domar y, sin embargo, Agoney lo ha logrado y lo ha hecho con una lesión muy seria de garganta.

Al contrario de lo que dijo Joe Pérez-Orive en la última gala, esta lesión que ha sufrido Agoney no es motivo para puntuarle más bajo que al resto, sino todo lo contrario. El canario no ha abandonado, ha continuado luchando y mejorando y todo ello con un enorme hándicap. La fuerza y el espíritu de superación que ha demostrado es con creces otra importante razón a tener en cuenta a la hora de escoger el quinto finalista.

Como también lo es el hecho de que esté en su mejor momento. Ha superado problemas físicos, ha superado duros golpes emocionales y ha logrado lo que él mismo creía imposible, abrirse para que todos sintamos lo que él siente. A esto hay que sumarle el increíble nivel vocal en el que se encuentra ahora mismo y tendremos como resultado el quinto finalista perfecto y merecido.

Ni que decir tiene que Agoney merece como nadie entrar en esa selección para Eurovisión. Y no simplemente porque sea su sueño, ni mucho menos, sino porque ha demostrado ser el artista perfecto para este certamen, además de conocer sus entresijos, lo que podría traducirse en una más que buena posición para España en el festival de este año.

Como decimos, todos están a un gran nivel a estas alturas, todos pueden sorprendernos con sus actuaciones, pero lo de Agoney es de otro planeta, es algo extraordinario que hemos tenido la enorme suerte de encontrar, no lo desperdiciemos.