Queremos que James Franco se lo lleve todo

Llevamos viéndole toda la vida, algunas de sus películas están en la lista de nuestras favoritas, pero sin embargo da la sensación de que James Franco ha pasado desapercibido en muchas ocasiones. Actor, director, guionista, escritor… El estadounidense ha demostrado ser uno de esos artistas todoterreno, capaz de enfrentarse a cualquier reto, pero para muchos no ha hecho lo suficiente como para subir al Olimpo de la profesión. Y nosotros no estamos de acuerdo.

Este final de 2017 ha servido para que muchos abran, de una vez por todos, los ojos con él y comprendan que estamos ante una de las figuras más talentosas de su generación. ‘The Disaster Artist’, película que dirige y protagoniza, se ha situado como una de las mejores del año y, de hecho, está siendo reconocida con galardones y nominaciones que han conseguido que se hable de ello, que el nombre de James Franco sea escuchado en todo el planeta.

Este mismo domingo por la noche veremos si ‘The Disaster Artist’ es capaz de llevarse el Globo de Oro a Mejor Película de Comedia o Musical y si James Franco hace lo propio con el galardón a Mejor Actor en Comedia o Musical. No es ni mucho menos la primera vez que el actor se encuentra entre los nominados de estos prestigiosos premios, pero sí quizá la que más está sonando. Su apuesta más arriesgada ha salido bien.

Esto es, quizá, uno de los motivos por los que queremos que James Franco se lleve absolutamente todos los premios a los que opta. En un panorama cinematográfico en el que cada año nos encontramos historias muy parecidas, contadas de formas diferentes, el estadounidense ha apostado por algo que no creíamos posible: crear arte a partir de la peor película de la historia. Y lo ha conseguido.

Franco no sólo está brillante en la interpretación, hasta el punto de llegar a resultar irreconocible para aquellos que llevamos años viéndolo en la gran pantalla, sino que también ha tenido la inteligencia de encontrar una historia que no nos habían contado, de hacer metacine cómico, pero sin llegar nunca al humor fácil ni a la ridiculización. Por eso y, por mucho más, merece llevárselo absolutamente todo.

Con galardones o sin ellos, puede que lo que sí que haya logrado en esta ocasión sea una plaza en el ascensor que le llevará, de una vez por todas, al Olimpo de Hollywood. Hace mucho tiempo que dejó de ser una promesa, hace mucho tiempo que nos dejó claro que posee múltiples y muy valiosos talentos, ya es hora de que le llamemos por su nombre: James Genio Franco.