Selena Gomez, Fuera de Control

Selena Gomez (Twitter: @selenagomez) (Instagram: /selenagomez)ha estado meditando y ha decidido que va a despedir a su madre y a su padrastro, Mandy y Brian Teefey, los que hasta ahora eran los representantes de su carrera musical. ¿Que por qué? Pues porque ahora dice que está en un momento muy importante de su carrera y que teniendo tanto éxito, hay que llevarla a otro nivel que no puede conseguirse con sus padres.

Sele tenía un contrato con sus padres desde que empezó hace once años y fuentes cercanas a la cantante han dicho que es que ella ya no se considera una estrella infantil. El pasado 2013 lanzó su primer disco en solitario, ‘Stars Dance’, que fue número uno en varios países y sus han llegado al top 10 de Ámerica y Europa. Ahora, ha considerado que sus padres ya no están a la altura de las circunstancias.

También se ha dicho que el motivo de este despido podría ser el desacuerdo entre la cantante y sus exrepresentantes con el rumbo que está tomando Sele en el terreno laboral y sobre todo, la oposición de la familia a la relación que tiene con Justin Bieber (Twitter: @justinbieber) (Instagram: /justinbieber).

En 2011, la cantante hacía estas declaraciones sobre el hecho de que su madre fuese su representante: «Mi mamá lo dio todo por mi, y tuvo como tres trabajos. Ella me apoyó, sacrificó su vida por mí». Pero a pesar de estas tiernas palabras, parece que ahora Sele no quiere sacrificar el éxito de su carrera musical por nadie y tampoco por su madre. Piensa que ya es lo suficientemente mayorcita para poder contratar a un agente profesional.

Muchas estrellas infantiles han hecho esto al cumplir la mayoría de edad. Es el caso también de Miley Cyrus (Twitter: @MileyCyrus) o Lindsay Lohan (Twitter: @lindsaylohan), así que no nos sorprendería demasiado siendo una situación normal pero es que Selena últimamente no sabe ni que hacer con su vida y parece que su amor por Justin se le ha ido de las manos.

A ver cómo está la relación con sus padres después de esto porque ya lo que le faltaba. ¡Ay, Sele, que duro es todo!