‘The Walking Dead’ 8×04: El gran capítulo del Rey Ezekiel, un hombre cualquiera

La octava temporada de ‘The Walking Dead’ sigue avanzando. En el último capítulo emitido hemos dado un paso más en esa guerra contra Negan que sigue desarrollándose; eso sí, lentamente. Una de las características de las últimas entregas de ‘The Walking Dead’ tiene que ver con esto: podemos haber visto cuatro, cinco o seis episodios y que en realidad solo hayan transcurrido dos días en ellos. Por cierto: cuidado con los spoilers a partir de aquí.

En este cuarto capítulo el Rey Ezekiel ha sido el protagonista indiscutible. Todo ha girado en torno a él después de haber visto cómo el anterior terminaba con buena parte de su gente lanzándose hacia él para impedir que le llovieran las balas del ejército de Negan, que parecía ganar la primera batalla.

Así fue: durante las primeras escenas de este nuevo episodio, comprobábamos que todos aquellos que había protegido a Ezekiel morían para conseguir que su Rey viviera. Ezekiel se veía solo, aplastado por los cadáveres de las personas que le habían salvado la vida, en un lugar en el que no tenía otra cosa a su alrededor. Solo cadáveres.

Lo que no sabía era que Carol, la guerrera más valiosa del grupo, había conseguido internarse en el edificio donde Negan y su ejército escondía las armas. Aunque no consigue hacerse con estas armas que Rick y el resto necesitaban, complica las cosas a quienes las custodian y deben llevarlas al Santuario. Las acciones de Carol permiten que el episodio termine como termina.

Volviendo a Ezekiel y a ese episodio que ha protagonizado, hemos visto una gran transformación en él. Ezekiel siempre se ha mostrado como alguien majestuoso, un líder nato capaz de calmar al resto con sus palabras y capaz también de encender sus ánimos. Daba la sensación de que Ezekiel siempre sabía qué decir, cómo actuar, cómo comportarse.

Y esto ha cambiado. Después de verse rodeado de cadáveres, muchos de ellos muertos exclusivamente para protegerlo, entra en crisis. Jerry acude de forma inesperada a salvarlo y a ellos se acaba uniendo una Carol que deja escapar a los Salvadores con las armas, para así ayudar a sus compañeros. Los tres emprenden el viaje de regreso a Alexandria, seguidos por un puñado de zombies a los que vemos sin fuerzas y sin ganas.

Es en este camino cuando Ezekiel se derrumba. Herido y también sin fuerzas, les pide que se marchen sin él porque sólo está retrasando su camino. Ellos, claro, se niegan. Y entonces llega el momento clave: Jerry le asegura que no puede dejar a su Rey… Y Ezekiel asegura que no es Rey de nada, solo un hombre cualquiera.

De esta manera se confirma el derrumbe de otro protagonista, como ya ha sucedido con otros como Rick. Además, segundos más tarde Shiva aparece para ayudar a su Ezekiel y compañía… Pero termina muriendo a manos de los zombies, lo que hunde todavía más a Ezekiel, que regresa derrotado junto al resto, incapaz de pronunciar una palabra.

El capítulo termina, por cierto, con Rick y Daryl interceptando el cargamento de armas que transportaban los dos Salvadores a los que Carol había plantado cara. Los dos protagonistas se imponen: las armas son suyas. Pero queda mucha lucha.