Crítica de ‘Glass’: La película total de M. Night Shyamalan tiene fallos, pero pueden perdonarse

Han pasado dos años desde ‘Múltiple’ y han pasado casi veinte desde ‘El protegido’. Era un riesgo sumar todo lo que obtuvimos de ambas, dos películas extrañas pero interesantes, separadas además por un largo periodo de tiempo, pero M. Night Shyamalan estaba dispuesto a asumir ese riesgo y a completar la saga de la que tanto ha hablado. Antes de empezar, aquí una guía rápida para refrescar la memoria antes de verla.

Una de las cosas que más me ha gustado de ‘Glass’ es, precisamente, la contundencia con la que demuestra que esos dos títulos mencionados están conectados, y que además pueden desarrollarse de manera conjunta. ‘Glass’ tendrá fallos, no lo niego, pero además de tener también aciertos le agradezco algo: la expansión de un universo que, desde ‘El protegido’, me ha interesado mucho.

Escrita y dirigida por este cineasta indio que nos ha dejado otros títulos como ‘El sexto sentido’, ‘Glass’ tenía ese riesgo del que hablamos y que lamentablemente no ha superado por completo. La desconexión existente entre las historias que se pretendían unir provoca, en un principio, desconcierto y confusión en el espectador. El montaje no ayuda; los diferentes escenarios presentados no se sienten como parte de un todo hasta que los minutos corren y las piezas van uniéndose. Podría decir, por resumirlo de alguna manera, que el comienzo es un caos.

Pero las piezas se unen, y todo mejora. Cuando los tres protagonistas comparten escenario, cuando sus historias quedan confrontadas, todo mejora. Cuando los personajes se enfrentan, se desarrollan, se muestran ante el espectador, podemos perdonar lo anterior. David, Elijah y Kevin tienen mucho que ofrecer, y ese es el principal punto fuerte de ‘Glass’.

‘El protegido’ y ‘Múltiple’ tienen mucho en común, y así es como nace la película total de Shyamalan. La que quería hacer. La que nos habla de sus súper-humanos. Me gusta mucho más este término que el de superhéroes, así no se olvida en ningún momento la humanidad que hay en sus historias, porque la heroicidad o la maldad están abordadas de una forma diferente a la que vemos en las grandes franquicias (ni mejor ni peor, diferente).

‘Glass’ es ambiciosa; como lo fue ‘El protegido’ y como lo fue ‘Múltiple’. Es ambiciosa y lamento tener la sensación de que Shyamalan tenía una concepción en su cabeza que no ha podido llevar por completo a la gran pantalla. Advierto errores, secundarios algo descolocados, y creo que es menos de lo que podría haber sido. Pero si queréis mi opinión resumida de una manera, puedo decir lo siguiente: le perdono esos errores, porque esta película me ha gustado. Es el ejemplo de que no necesitamos productos perfectos para quedar satisfechos con ellos.

Cuando su engranaje queda montado y se pone en marcha, ‘Glass’ funciona. Tiene escenas y diálogos verdaderamente interesantes, y no dejo de sentir en ningún momento que sus conversaciones son alegatos dirigidos al público a favor de los súper-humanos, en todos sus niveles. Tiene acción, elementos interesantes y piezas que brillan con luz propia.

Es excéntrica, como lo es toda una saga en la que, para mí, sobresalen dos cosas. En primer lugar, ‘El protegido’, una película que me sorprendió en su día y que me ha convencido en un visionado más reciente. En segundo lugar, James McAvoy, que nos da lo que todos quisimos en ‘Múltiple’: más. Más de eso que sabe hacer. Una interpretación, de nuevo, para pasar por las escuelas. Gestos, detalles y aciertos varios que elevan la película.

Como la esencia de ‘El protegido’ está y como James McAvoy, con ese complejo personaje que resulta hipnótico, está también, al final siento que he tenido lo que quería. Así que sí, ‘Glass’ me ha gustado. A Shyamalan le perdono los errores, y me confieso partidaria de todo lo que me ha contado hasta el momento.

Se estrena el próximo viernes 18 de enero de 2019. No dejéis de verla.

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