Crítica de ‘Kingsman: El círculo de oro’: Una unión de caballeros y cowboys en la que la falta del factor sorpresa no hace mella

En 2015 ‘Kingsman’ logró sorprendernos a todos y dejarnos sin palabras con una apuesta arriesgada y bastante diferente a lo que habíamos visto hasta el momento. Las películas de espías forman uno de esos géneros que quizá se han explotado en demasía y que han terminado quemándose, razón por la cual tiene aún más mérito lo que logró Matthew Vaughn con esta primera entrega.

Muchos fueron los que se asombraron con el anuncio de que tendríamos una secuela y la expectación no tardo en crecer vertiginosamente. Ahora toda la espera ha terminado; ‘Kingsman: El círculo dorado’ llega a nuestros cines este mismo viernes 22 de septiembre y lo hace rodeada de críticas de todo tipo.

Si bien es cierto que la historia quedó en principio cerrada con la primera película, esta nueva vertiente no ha disgustado, al menos no lo ha hecho a nivel personal. Es cierto que hemos perdido el factor sorpresa, que vamos a ir a la sala de cine sabiendo lo que nos vamos a encontrar, pero eso no le resta encanto.

Matthew Vaughn ha sabido combinar la esencia de ‘Kingsman’ con elementos novedosos que han aportado frescura y que, a su manera, también nos han dejado perplejos. No es fácil superar lo anterior, pero esta secuela tampoco lo pretende. Como ya es costumbre en este director, lo que se busca es el entretenimiento del público, algo que logra sin lugar a dudas.

Taron Egerton, quien fuera una estrella emergente en la primera película, vuelve a brillar y a atrapar al público con una compañía inmejorable. A Colin Firth y Mark Strong se les suman Julianne Moore, Halle Berry, Channing Tatum, Pedro Pascal, Jeff Bridges o el mismísimo Elton John. Un reparto variopinto que no hace otra cosa que adelantar lo que veremos en la película.

‘Kingsman: El círculo dorado’ es la unión perfecta entre caballeros y cowboys, entre dos agencias que aparentemente no tienen nada que ver la una con la otra, pero que finalmente terminan compartiendo más de lo que imaginamos. Una exaltación de la lealtad, la valentía y el sacrificio por un bien mayor bañado en risas y en acción.