‘Isla de perros’: La película de ‘stop-motion’ épica y enternecedora de Wes Anderson

Wes Anderson es atípico. Por muchas razones. Porque no cree en la regla de los tercios en la gran pantalla, porque ama las simetrías. Porque inventa y desarrolla historias de una manera muy especial. Porque le apasiona utilizar una paleta de colores a lo largo de todo un film. Porque sorprende. ¡Y eso es una de las cosas que más me gustan de él!

‘Isla de perros’ es una película en ‘stop-motion’, una técnica de animación que consiste en la realización de muchas fotografías a objetos estáticos a los que se les va cambiando de posición y finalmente crean la sensación de movimiento.

Y aunque parezca una técnica sencilla, es muy laboriosa y en muchas ocasiones no se obtiene el resultado esperado, pero lo cierto es que en esta ocasión podemos decir que Wes Anderson no lo podría haber hecho mejor.

La estética de la película sigue los estándares típicos de Wes Anderson. Como ya he dicho, la simetría, los planos totalmente picados o la utilización de ciertos colores consiguen que identifiquemos perfectamente la película como una obra a manos de Anderson.

La trama del film consiste en que en una región de Japón, de la cual el propio Wes Anderson decide inventarse el nombre, un gobernador amante de los gatos aprovecha una enfermedad que sufren los perros para trasladarlos a todos y cada uno de ellos a una isla llena de deshechos, de basura y de inmundicia.

La acción de la historia ocurre cuando el sobrino de dicho emperador decide ir a buscar al que era su perro guardián a dicha isla. Es entonces cuando un simpático grupo de caninos deciden ayudar al muchacho, poniendo en juego lo poco que tienen y luchando contra todas las artimañas posibles que inventará el gobernador.

La cinta es preciosa. Tanto la estética que tiene como el mensaje que transmite al espectador, no solo ‘animal friendly’, sino un mensaje que va más allá de eso, son impresionantes. Un mensaje que hace que te replantees lo que es verdaderamente importante en la vida, y que recalca lo necesario que es aceptarnos, querer y sobre todo, dejarnos querer.

¡Y si no que se lo digan a Chief! Uno de los perros protagonistas que consigue, con mucho esfuerzo, deshacerse de la desconfianza generada en su pasado y amar con todo su corazón al pequeño Atari, el primer humano que le dio su total cariño.

Sin duda, una película totalmente recomendable para cualquier persona, con un trasfondo importante, una estética cuidada y una intención realmente preciosa. El film se estrena el día 20 de abril de 2018, ¿vas a animarte para ir a verla? ¡Deberías!