Cine

La película de los hermanos Alenda se estrena este miércoles 31 de octubre

‘Sin Fin’: Un punto de luz, una oportunidad para vivir

‘Sin Fin’, película de los hermanos Alenda protagonizada por María León y Javier Rey, llega a nuestros cines.

‘Sin Fin’. Javier (Javier Rey) viaja en el tiempo para reescribir su último día junto a María (María León), el amor de su vida. Revive con ella el momento en que se conocieron años atrás para conseguir que María vuelva a ser la chica alegre y risueña de la que una vez se enamoró… y de la que se volverá a enamorar.

Te imaginaba de otra manera, ‘Sin Fin’, pero te reconozco. Sabía lo de los viajes en el tiempo, sabía lo del amor sin fin, sabía lo de las emociones que contenías y sabía lo del alto calado sentimental del que tanto se lleva hablando meses enteros, pero te imaginaba distinta. Cuál ha sido mi sorpresa al encontrarme en tus amaneceres y tus atardeceres algo aún mejor de lo que tenía en mi cabeza. Pero te reconozco, porque ya intuía que iba a terminar este año contigo acomodada en lo más alto de mi lista de predilectas. ¿Y qué he visto en ti? Muchas cosas.

¿Qué tiene ‘Sin Fin’?

‘Sin Fin’ tiene muchas cosas. Comencé a verla pensando en lo ambicioso del proyecto, una unión de ciencia ficción e intimidad. Hay bastante de lo primero, pero sobre todo hay mucho de lo segundo. Lo cierto es que desde el principio pensé que nada podía salir mal. Como tiendo a evocar otros títulos mientras descubro nuevos (lo hago de manera involuntaria), en los primeros compases invoqué la trilogía que comienza con ‘Antes del amanecer’ (1995) y sonreí. Eso solo podía ser una buena señal. Termina por no tener demasiado que ver, pero en ciertos momentos me transmitió sentimientos semejantes -mucho más intensos, eso sí.

No necesitó demasiado para que quedara entregada a ella. En el minuto cuatro de película, Javier Rey ya me había puesto la piel de gallina. Como en este 2018 me encuentro en esta dinámica con un actor que no deja de sorprenderme, lo tomé como otra buena señal de reconocimiento.

La primera palabra en ‘Sin Fin’ se pronuncia un minuto más tarde. Hasta entonces, todo son imágenes, las primeras lágrimas, sentimientos contenidos en el silencio. Porque los silencios en ‘Sin Fin’ importan, algunos gritan. También gritan los suspiros, las respiraciones y los sollozos. Pero es que además tiene mucho que decir con palabras.

Javier Rey y María León

“¿Tú no crees que el amor puede durar para siempre?”, se preguntan el uno al otro. Lo hacen en una ocasión, pero en torno a eso gira la cinta entera. Con el amor como sentimiento central, exploramos otros tantos que suelen acompañarle: las segundas oportunidades, el perdón, el despertar, el abandono, la pérdida, el arrepentimiento, el desencanto… Buenos y malos, están ahí. Mezclados, como la ciencia ficción y la intimidad. Esto, como podéis imaginar, construye un viaje en el que estás involucrado desde ese cuarto minuto de película en el que todavía no se ha dicho nada pero se ha contado mucho.

‘Sin Fin’ tiene detalles preciosos. La mochila de María, los rayos constantes de sol, los lunares, las manos cogidas a través del tiempo, hasta Penélope Cruz. La mirada de María. La mirada de Javier. Los dos curiosos y emocionados al principio. Insoportablemente tristes al final de todo… O al principio de todo, porque nos movemos en un bucle temporal interesantísimo, bien construido, bien enlazado, bien contado. Con muchos contrastes y con esos detalles jugando entre ellos y con nosotros.

Y con ellos mismos. Javier y María. Son dos personas diferentes en los diferentes momentos de la historia, lo que nos deja tres personas diferentes porque no reconozco en estos personajes a sus intérpretes. Están más allá de ser creíbles. Entregadísimos, y me atrevo a decir que tan fascinados con la historia como yo, una espectadora aún boquiabierta.

María conmociona, de lo mal que está y de lo bien que lo hace. La primera es la María de ‘Sin Fin’, la segunda es María León, que vuelve a dar un golpe sobre la mesa. Sus ojos (¿verdes?) son tan inmensos como la inmensidad que encierra esta película. En un momento determinado, me encontré pensando que quería escucharla reír. Y cuando me vino este pensamiento, resultó que estaba llorando con ella. Y no me había dado ni cuenta.

De Javier Rey se ha escrito mucho en los últimos meses. Se llevó la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga y me parece un firme candidato a llevarse todos los reconocimientos que se os ocurran. Nos lleva de la mano por este complejo viaje, y lo hace aunando la determinación que requiere llevar un peso así con la debilidad que su personaje muestra prácticamente en cada instante. María lo lleva todo en la mirada, Javier es un todo en sí mismo.

El paso del tiempo es espeluznante y también lo es el paso de emociones. De la inocencia, el amor, la emoción, el sentir que todo es posible al amanecer y también al atardecer, al rostro desilusionado, desesperanzado y desamparado de María frente una máquina de bolas de la que antaño había disfrutado. Y vuelta a la ilusión. Y vuelta a la tristeza otra vez. Y amor, siempre amor, aunque de diferente manera, en diferentes expresiones y gestos. Es un baile de emociones, y qué bonito bailar así, con tanto acierto.

‘Sin Fin’ es, al final, justo eso: pura emoción. Un viaje de emociones en el que todo está calculado al milímetro, con una fotografía sensacional y una banda sonora que acompaña con tanto atino que está casi sin que lo percibas. Los hermanos Alenda lo han encajado todo, y lo han encajado muy bien. Muy, muy bien.

¿Voy al cine a verla?

Sí. Claro que sí. Ojalá vayáis todos a verla. Ojalá os animéis a vivir este viaje. Ojalá siempre seamos todos lo suficientemente valientes para luchar por aquello en lo que creemos, como ha hecho el equipo de esta película, y ojalá lo que queramos sea que este tipo de cine no muera nunca. Ojalá el cine sea siempre valiente. Ojalá una eterna ‘Sin Fin’.

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