Tim Burton: 5 películas perfectas para descubrir su esencia

Por Patricia Martínez

Raro, extraño, misterio, extravagante, espectral, fantasmagórico… Y así podríamos describir el cine de uno de directores más brillantes y consolidados del último siglo. Tim Burton fue un niño tímido, con una gran afición por el mundo de la literatura fantástica de escritores como Edgar Allan Poe. También le gustaban las películas de terror y sombrías, de ahí que gran parte de sus películas tengan estos rasgos. Muchas de sus películas comparten estas características, no es de extrañar que no a todo el mundo le guste el mundo gótico.

Comenzó a trabajar cuando era muy joven en la industria Disney, pero pronto vio que no encajaba. Los personajes que él creaba no eran acordes con la estética que Disney tenía, él mismo quiso explicar en una ocasión “lo raro de Disney es que quieren que seas un artista, pero al mismo tiempo quieren que seas un obrero de fábrica, un zombie sin personalidad”. Algo que para él era impensable, no quería dejar de investigar ni de crear su propia esencia.

Uno de sus primeros encuentros con el cine cuando era más joven fue con las películas en las que actuaba Vicent Price. Esta influencia, le llevó a dedicarle su primer cortometraje titulado ‘Vicent’. Una vez que pudo grabar este corto y ‘Frankenweenie’, dejó  su estilo florecer y así pudo plasmar todo su talento, con ese sello tan característico.

El cine burtoniano podría definirse como un tipo de cine en el que los protagonistas se muestran marginados y sienten que no encajan en el mundo que les ha tocado vivir. Para ello Burton construye a su alrededor un escenario en el que el espectador puede llegar a sentir empatía por el personaje, sintiéndose así parte de la historia.

Si queremos hablar de las casi dos docenas de películas que ha hecho este director, puede que nos saliera un libro, pero hoy vamos a tener un breve repaso por cinco películas que conquistaron a los que piensan que es todo un culto  y a los que piensan que es más excéntrico. Sin duda, cada una de estas películas han dejado escenas icónicas y que pasaran a la historia del cine.

‘BEETLCHUS’

Si hay alguien descarado en el cine ese es Beetlchus. Tim Burton la estrenó en 1988 y nos enseñó como aun siendo un fantasma puedes ser todo un cómico.  Una familia adinerada y con posibilidades económicas llega a una casa donde hay fantasmas. Además, la familia tiene una hija, Lydia (Wynona River), que es gótica y no se siente parte de la familia.  Un escenario perfecto para que, sin quererlo Beetlchus aparezca. Este personaje es un ‘exorcista de vivos’ ayudando a los difuntos a echar de su casa a los vivos. En este caso, a la familia adinerada.

Colores, formas, fantasmas, comedia y baile. En todos los espectadores se queda el recuerdo de esos comensales  invitados por Delia y Charles Deetz, padres de Lydia bailando Banana Boat Song alrededor de la mesa  y después ser atrapados por manos de langostinos. Sin duda una de las escenas más divertidas de la película.

‘BATMAN’

Tan solo un año después en 1989, Burton estrenó Batman y entrando en el mundo de superhéroes, un género que hasta el momento no había hecho. Basándose en el personaje de los comics de DC, consiguió sin perder su esencia llevar a la gran pantalla a un personaje legendario. Gracias a la interpretación de Michael Keaton, ‘El Batman’ de Burton es uno de los más aplaudidos en el cine, ya que consiguió éxito en taquilla por la película.  El actor que encarna al superhéroe consiguió salir del género en el que se le había encasillado. Además, el Joker fue interpretado por Jack Nicholson, una de las interpretaciones más aplaudidas y sobre todo referente para los siguientes actores que han querido encarnar a este villano.

Burton une las sombras y formas misteriosas, con la luz y acción. Haciendo así halo de su destreza para introducir su estilo propio en un mundo de aventuras y superhéroes.

‘EDUARDO MANOS TIJERAS’

 Tras su éxito con Batman, quiso alejarse del estereotipo de superhéroe de cómic para llevarnos a la piel de Eduardo Manos Tijeras. Se estrenó en 1990 y fue inspirada en un boceto que el director había hecho años atrás. En el personaje quería reflejar cómo de complicado puede ser poder entablar una conversación con la gente de tu mismo barrio cuando te sientes un extraño. Reflejar esa soledad, ese sentimiento de miedo por mostrarte cómo eres.

Es uno de los proyectos más personales del director ya que engloba muchos matices que le caracterizan. Un personaje solitario, ero de gran corazón, unos vecinos que se mueven por interés, una chica que le ignora y reprocha, pero que después acaba dándose cuenta de su gran corazón.

Es una película conmovedora que abre de par en par una visión diferente del director y que cautiva al espectador desde el inicio de la misma.

‘PESADILLA ANTES DE NAVIDAD’

Volviendo a un estilo parecido de sus dos primeros cortos, en 1993,  Burton se adentró de nuevo en la animación, esta vez con un clásico de Halloween. Nos presenta el mundo de las pesadillas, de los fantasmas, de las calabazas y de Jack Skellington, el Rey de la Ciudad de Halloween.

Incluso, un líder como él, se ve anclado en su mundo  y quiere salir a explorar nuevos mundos e intentar encajar en ellos. El director se inspiró en un poema escrito por él mismo cuando trabajaba para Disney. Gracias a ello pudo desarrollar una trama y un escenario que aunque puede ser para niños, está pensado para adultos también, a pesar de que para muchos es una película demasiado oscura (que los es) pero Burton no se aleja así de estilo personal.

Una de las escenas más conocidas es esa canción melancólica del protagonista que siente soledad e incomprensión. Reflejo de lo que sienten el resto de personajes Sally una muñeca de trapo enamorada de él  y Oogie Boogie un personaje que bien podría ser la pesadilla de todo niño y el miedo irracional individual.

‘BIG FISH’

Los amantes de Tim Burton en 2003 estuvieron un poco confusos. Algunos no la consideran una buena película, otros la consideran una fantasía increíble. Inspirada en una novela de Daniel Wallace titulada por el mismo nombre. Fue John August quien la escribió y Tim Burton quién tomó el relevo para llevarla a la gran pantalla.

Big Fish deja atrás el estilo gótico y oscuro de las demás películas de Burton, pero no deja de lado su rareza y misterio durante toda la curación. Nos presenta, una vez más a un hombre que vive en un pequeño pueblo de Alabama llamado Ashton. Edward Bloom siente que ese pueblo es pequeño para él y decide comenzar la aventura de su vida. Pero también nos enseña la visión de su hijo y cómo se siente. Puede ser un círculo que empieza y acaba en el padre y el hijo.

Si aún no tienes plan de fin de semana, esta es tu película. Déjate enganchar por las aventuras de Bloom y déjate envolver por sus historias. Puede que sea una de las películas que se tengan que ver más de dos veces para poder apreciar todos los matices y mensajes ocultos que  esconde.