‘Juego de Tronos’ (GOT) 1×02: Stark buenos, Lannister malos

Seguimos revisionando ‘Juego de Tronos’. En este segundo episodio de la primera temporada, empieza la lucha entre los Stark y los Lannister.

Seguimos el revisionado de ‘Juego de Tronos’. Me ha gustado mucho este segundo episodio de la ficción de HBO (no sé si es más correcto decir me ha vuelto a gustar mucho), porque con él se aprenden muchas cosas que ya nunca vamos a olvidar. Vamos a ello.

Cosas que hemos aprendido

• Tyrion Lannister es uno de esos personajes a los que hay que prestar atención. Todo lo que sale de su boca tiene un valor. Cuando no es una lección o un consejo, es un comentario sarcástico que te hace sonreír y entender que es más inteligente que todos los demás. Es perfectamente consciente de su situación, en su familia y en el mundo, y ha aprendido a vivir recordándolo a cada momento. En el primer episodio, por cierto, le dice a Jon Snow una de las mejores frases de la serie: “nunca olvides lo que eres, el resto del mundo no lo hará”. Amén.

• Joffrey es idiota. Esa es la razón por la que sigue contestando a su tío, Tyrion, a pesar de tener todas las de perder y llevarse un guantazo por cada mala respuesta. Y esa es la razón por la que tiene esa disputa con Arya y Mycah, el pobre hijo del carnicero, por la que Lady, la huargo de Sansa, acaba siendo sacrificada por Ned. Joffrey es el culpable, y además es un cobarde.

• Cersei Lannister es el personaje más elegante de los Siete Reinos. Y sabe jugar. Y tiene una historia triste detrás; la cuenta con tal sentimiento (bendita Lena Headey) que por un momento se te pueden olvidar sus pecados. Porque Cersei es mucho más que una gran jugadora o que una gran villana: es también una mujer triste. Y lo empezamos a descubrir en este episodio.

• Los Lannister hablan, los Stark escuchan. Porque los primeros tienen el poder y los segundos se limitan a vivir. Catelyn escucha a Cersei lamentándose por la fortuna de su primer hijo mientras ella vela por Bran, aún en cama. Jon escucha a Jaime instantes antes de partir al Muro, a pesar de que solo está desalentándole. Los escuchan con cierta incredulidad, como si no terminaran de tomarlos en serio, pero también hay atención en sus caras. Los Lannister hablan (o rugen) y los demás escuchan, siempre ha sido así.

• Arya Stark y Jon Snow son los hermanos a los que vamos a proteger a toda costa.

• Cersei Lannister está moldeando a Sansa Stark a su manera, sabiendo como sabe que Sansa, como todas las damas de buena posición atadas a las costumbres, tiene en la Reina un ejemplo a seguir. Y Sansa está asustada, tiene miedo a no ser lo que se espera de ella. Tiene miedo a los conflictos y a todo lo que no sea la vida que siempre ha imaginado para ella, siempre apoyándose en esas expectativas que pesan desde la infancia.

• Todos los Stark, en general, nos caen muy bien. Y también sus huargos. Verano, el huargo de Bran, le salva la vida con ayuda de Catelyn, que se destroza las manos protegiendo a su hijo. Muchos dirán que es en esta escena donde se desata la gran guerra de los Siete Reinos, y en parte estoy de acuerdo. Es en este momento, cuando Catelyn recoge el puñal con el que han tratado de asesinar a Bran por medio de un hombre cualquiera, cuando los Stark inician su batalla contra los Lannister. Y ya hemos dicho arriba quién tiene el poder.

• Básicamente y en base a este capítulo: Stark buenos, Lannister malos.

• Los Targaryen son los enemigos oficiales de los Siete Reinos, pero también tienen apoyo. Y son temidos. Los teme Robert Baratheon, en uno de los pocos arranques de preocupación que vemos en el Rey, que en el minuto 20 de este episodio ya vaticina la guerra que está en camino.

• Daenerys Targaryen, melancólica y triste, no se conforma. Piensa por sí misma y actúa en consecuencia. Los Dothrakis son un pueblo bárbaro, con sus propias costumbres y tradiciones, pero Daenerys no se resigna a aceptar lo que no comparte. Ya en este episodio entendemos que puede ser una verdadera Khaleesi.