‘Merlí’: más que una serie, una lección de vida

Nunca está de más escuchar los consejos de las personas de nuestro entorno. Es cierto que en ocasiones pueden errar, pero cuando decenas de conocidos nos repiten lo mismo… Algo tiene que significar. Seguro que más de una y más de dos veces te han venido diciendo que debes ver ‘Merlí’, que le des una oportunidad a esta serie de TV3 que ha arrasado hasta en Latinoamérica. Hoy quiero explicarte por qué debes hacerlo, por qué estamos ante algo mucho más grande de lo que creemos.

‘Merlí’ aterrizó en la televisión catalana como una nueva serie adolescente, pero sólo hicieron falta unos pocos capítulos para que el espectador se diera cuenta de que estaba equivocado. Si bien la ficción nos introduce de lleno en la vida de un instituto, el Àngel Guimerà, nos lleva mucho más lejos de esa pincelada banal que se suele dar de los problemas adolescentes. Y, por supuesto, no convierte a los adultos en el enemigo al que es imposible entender.

A través de las vidas de nuestros protagonistas, que sencillamente son todos, vamos viendo reflejadas diferentes situaciones con las que nos sentiremos muy identificados. Todo ello con la Filosofía de fondo y enfocada de una manera amable, divertida, que traspasa la pantalla y atrapa al espectador. Incluso aquellos a los que se nos atragantó la asignatura en nuestros años de Bachillerato, nos encontramos meses después haciendo uso del pensamiento de filósofos como Epicuro, los Sofistas, Hiparquía o Zygmunt Bauman.

Uno de los puntos fuertes de ‘Merlí’ es que no nos dice “esto es así y tienes que aceptarlo”, no nos da una lección férrea como tal. Nos muestra una situación, un dilema, una injusticia, un proceso y nos permite que nosotros mismos comprendamos cuál es el camino correcto que debemos tomar. De la mano de un profesor que a todos nos hubiera gustado tener, regresamos a nuestra adolescencia y aprendemos.

Aprendemos mientras disfrutamos, mientras nos reímos y lloramos, mientras nos enamoramos. Y sin demonizar la adolescencia. Y sin demonizar a la edad adulta ni a los adultos. Porque no tiene sentido enfrentarnos a lo que fuimos o a lo que seremos. Tiene sentido analizarlo, vivirlo y evolucionar. Algo que se consigue viendo ‘Merlí’, por imposible que parezca.

Se ha dicho en numerosas ocasiones que el cine y las series son mucho más que un producto de entretenimiento y en ‘Merlí’ tenemos la prueba definitiva. Porque nos entretiene, claro está, pero también nos hace pensar y nos hace crecer como seres humanos y como miembros de una sociedad. Sin quererlo, te encontrarás recordando ese momento en el que juzgaste a un compañero de manera errónea o ese bucle de negatividad en el que entraste sin sentido. Y gracias a esta serie te comprenderás mejor, comprenderás a tu entorno y abrirás la mente a través del conocimiento y de la experiencia.

‘Merlí’ es mágica, es especial, es esa ficción que todos deberíamos ver al menos una vez en la vida, o dos, o tres. Para no olvidar que nunca es tarde para convertirse en un Peripatético.

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