9 series españolas que te harán engancharte a la ficción nacional

Cientos de veces me he preguntado por qué hay quien sigue renegando del cine español y cientos de veces he abierto un debate de este estilo. Siguen siendo muchos los espectadores que se lanzan a la crítica de productos nacionales mientras disfrutan de productos mediocres que tienen el sello de Estados Unidos, y entiendo que en este asunto sigue habiendo una doble vara de medir. Lo de fuera siempre va a ser mejor, y a partir de ahí ya veremos.

No puedo decir que todo lo que he visto en los últimos años en España sea excelente, porque no es así, como tampoco todo lo que he visto producido por otros países lo es. Hay cosas buenas y hay cosas malas, y también hay cosas muy buenas. El asunto aquí es el siguiente: empecemos a verlo de una misma manera. Dejemos de pensar que en este país no hay talento o no sabemos hacer las cosas. Si acaso, lo que no hay es tanto dinero. De lo demás andamos como todo el mundo.

Tampoco voy a mentir: creo que yo misma durante una temporada estuve en el otro lado. En el lado de quienes no daban demasiadas oportunidades a lo nacional, en el lado de quienes creían que el “cine español” (como si esto fuera un sub-género o algo así) no era tan bueno como otros. Sí, creo que yo también pasé por esa etapa, así que no voy a recriminar demasiado. Mi objetivo aquí es recomendar unas cuantas series nacionales que considero una apuesta segura para empezar a confiar por completo en el producto nacional. Y que sigamos siendo exigentes con lo nuestro, pero también justos.

La casa de papel

Este es el claro ejemplo de la poca confianza que sigue habiendo en lo que se hace en este país: ‘La casa de papel’ no se convirtió en el fenómeno nacional que es ahora hasta que el resto del mundo nos lo dijo. Tuvo que ser Netflix quien hiciera volar a estos atracadores con su Profesor (el Profesor de España entera), pero la serie nació y creció en Antena 3. ‘La casa de papel’ es una ficción trepidante que lo tiene todo: acción, una buena dosis de intriga, muchas emociones y un buen ritmo de desarrollo y narración, con una resolución a la altura de todo lo visto. Gran dirección, gran guion, gran reparto, gran equipo. Desde Álex Pina hasta Jesús Colmenar, pasando por un magnético Álvaro Morte que encabeza esa partida de delincuentes que han conquistado el mundo. ‘La casa de papel’ es ejemplo de otra cosa: lo mucho que hemos crecido en los últimos años.

Fariña

No sé hasta qué punto el secuestro del libro escrito por Nacho Carretero afectó en el buen sentido, porque todo el país se volcó con la ficción de Antena 3, solo sé que la hubiera visto hasta el final con o sin polémica. ‘Fariña’ es una buena serie, y lo que puede ser una frase manida la considero necesaria aquí. Es una buena serie, muy bien hecha, muy bien llevada. Y esto no es fácil, porque además de tocar un tema delicado, son muchos los elementos que podrían haber complicado su éxito: hay muchos personajes, hay mucha historia que contar, los exteriores son muy importantes y podría haber fracasado en según qué conclusiones. Pero ‘Fariña’ es un éxito desde el primer episodio, y lo es hasta el último. Y lo digo: no tiene nada que envidiar a ‘Narcos’. El duelo entre Javier Rey (inmenso como Sito Miñanco) y Tristán Ulloa (un fantástico Sargento Darío Castro) podría resumir de algún modo lo que es esta serie: intenso, valiente, honesto y algo granuja. Y de calidad.

El Ministerio del Tiempo

Hablando de ejemplos, creo que aquí está el que me sirve para poner por escrito que el público español necesitaba algo diferente. ‘El ministerio del tiempo’ podía parecer en un principio poco menos que una locura, pero cuando las cosas se hacen bien, salen bien. ¿Era una apuesta arriesgada? Por supuesto, una ficción que basa cada capítulo en viajes en el tiempo a diferentes épocas de nuestra historia y que se estrena en la cadena pública del país tenía esa palabra en la frente: arriesgado. Pero volvemos a lo anterior: cuando las cosas se hacen bien… Y ‘El Ministerio del Tiempo’ se hizo muy bien; tan bien que fue más allá de sus personajes, que es algo que no todas las ficciones pueden decir. La patrulla cambió, pero la ficción se mantuvo. Si veis un capítulo, querréis ver el siguiente. Y a ver quién se atreve a decir que no nos gustan las series históricas.

Vergüenza

Con tan solo una temporada, tengo que incluir ‘Vergüenza’ en esta lista. A veces me sorprendo a mí misma hablando de esta serie, porque me doy verdadera cuenta de cuánto me gustaron sus 10 primeros episodios… A pesar de la vergüenza que pasé viéndolos. Me tapaba la boca, la cara al completo, cerraba los ojos, me daba la vuelta, y ahí seguía estando Javier Gutiérrez, en pantalla, dispuesto a llevar aún más lejos una serie que, precisamente, vergüenza no tiene demasiada. Esta producción de Movistar+ es una gozada para un espectador que busqué pasar un buen rato con un producto diferente que respira talento en cada escena.

Vis a Vis

Siento que ‘Vis a Vis’ marcó una especie de antes y después en nuestro país, a lo mejor porque fue la serie que confirmó que un fenómeno fan seriéfilo se estaba despertando para ya nunca dormirse. No me extraña que fuera la ficción que lo inició: es una serie policiaca de las que te hacen suplicar un capítulo más y que además pone un espejo frente a ti. Te plantea situaciones y emociones que tal vez nunca te hubieras planteado, y te acerca de una manera muy sutil unos personajes a los que pensaste que nunca cogerías cariño. ‘Vis a Vis’ puede convertirse en tu nueva adicción; incluso me atrevo a decir obsesión.

El día de mañana

Qué serie tan delicada, tan inteligente, tan bien planteada. Seis capítulos que son toda una vida, la de Justo Gil, la de la propia España en los años sesenta, cuando había tanto por solucionar y reconstruir. Justo Gil (interpretado por Oriol Pla, a quien a partir de este momento querrás tener siempre cerca) es el protagonista, y en torno a él se hace un estudio de personajes, tanto principales como secundarios, con un realismo pasmoso. Lo que prima en ‘El día de mañana’ es precisamente esto: el realismo. Y destaca por la manera en que esta realidad está contada, siempre girando alrededor de la figura de este Justo Gil al que es imposible dejar de mirar.

Merlí

Porque en España también somos capaces de crear fenómenos, y esta ficción producida por Veranda TV y emitida en TV3 (que también podéis encontrar en Netflix) es otra prueba de ello. Tres temporadas y un spin-off en camino para una serie que gira en torno a la filosofía. Sí, Merlí es un profesor de filosofía convencido de que puede conseguir que sus alumnos de Bachillerato se interesen por esta asignatura a la que en ocasiones puede costar acercarse pero que trata, en esencia, de la vida. Merlí lo hace todo, precisamente, cercano, como es la propia serie. Incluye la filosofía en nuestro día a día y antes de que nos demos cuenta estaremos reflexionando junto a estos chavales y sus problemas, que también pueden ser los nuestros. ‘Merlí’ es un ejemplo del talento, la inteligencia y la creatividad que hay en este país.

Punta Escarlata

No recuerdo demasiado de ‘Punta Escarlata’, a pesar de que volví a verla hace un par de veranos. Solo sé que desde su estreno pasaría mucho, mucho, mucho tiempo hasta que encontré una ficción que me enganchase de igual manera. Protagonizada por Carles Francino y Nadia de Santiago, entre otros, ‘Punta Escarlata’ es un thriller de tan solo nueve episodios que podrás (y querrás) ver en un solo día. Una de esas ficciones de las que necesitas saber, saber y saber. Resolverlo tú solo y después respirar tranquilo. Yo la eché de menos cuando terminó, y siempre la recordaré con mucho cariño.

Aquí no hay quien viva

No estaría siendo del todo honesta si no mencionara ‘Aquí no hay quien viva’, porque creo que en estos doce años (en 2006 se emitió el último episodio) no se ha hecho una comedia a su altura. Esto no significa que no se haya hecho buena comedia, significa que ‘Aquí no hay quien viva’ es la mejor. Además de hacerme reír a carcajada limpia, me presentó realidades que por entonces nadie más reflejaba, o al menos no de esa manera. Y eso se lo debo y se lo deberé siempre. También las risas. 2018 y sigo viendo capítulos que he visto decenas de veces.