Es una pena, pero es posible que ‘The Walking Dead’ llegue tarde

‘The Walking Dead’ nos está presentando una temporada interesante. Es la primera vez en mucho tiempo que en esta redacción esperamos (más o menos) ansiosos la emisión del siguiente capítulo. Aunque todavía algo desconfiados, porque ya nos hemos descontentado muchas veces con la ficción de AMC en los últimos años como para confiar plenamente a la primera de cambio, queremos el nuevo episodio.

Y es un sentimiento más o menos generalizado entre las personas que se mantienen fieles a la que fuera la serie más vista a nivel mundial. El problema es que, como decimos, ha fallado en demasiadas ocasiones y esas personas han ido disminuyendo. Los datos de audiencia no fallan ni engañan: por el momento, es la temporada menos vista de la historia de ‘The Walking Dead’.

¿Qué ha pasado?

Lo es porque la séptima y la octava llevaron al límite de la impaciencia a un público cansado que empezó a sentir que estaba viendo lo mismo una y otra vez. Ya analizamos en su día todas las cosas que se habían perdido en la ficción, y concluimos que buena parte de los fallos que veíamos eran inevitables.

Los zombies ya no nos asustan, los personajes principales han empezado a faltarnos y ya no sentimos tanta curiosidad por ese mundo apocalíptico que hemos aprendido a comprender, y que no nos ofrece demasiadas posibilidades. No tiene cura ni hay solución, entonces nos acostumbramos a lo que veíamos en pantalla. Y en una serie de este estilo, eso es muy peligroso.

El cambio

En esta novena temporada, sin embargo, vemos cambios. Habiendo puesto fin a esa guerra con Negan que terminó siendo eterna para muchos, se nos han planteado conflictos verdaderamente interesantes. Desconfianzas y luchas internas, confrontaciones que jamás hubiéramos imaginado y la construcción de un nuevo mundo que no gusta a todos los protagonistas, cada vez más distanciados entre sí pero con las cosas más claras.

Nunca antes nos habíamos enfrentado a algo así en ‘The Walking Dead’ y, lo creáis o no, se ha recuperado buena parte de la emoción perdida. Sobre todo precisamente por lo que mencionábamos: es la primera vez que lo vemos. Y la evolución evidente de los personajes, las nuevas situaciones propuestas a las que enfrentarse y ese nuevo mundo que ahora sí, de alguna manera, parece nuevo, es algo diferente a lo que ya habíamos visto.

Pero ¿llega tarde? Con los ratings bajando de manera continua, no parece que la serie vaya a recuperarse a corto plazo. Y es una pena, porque es ahora cuando todas las personas que esperaban recuperar la emoción en ‘The Walking Dead’ podrían tenerla. La ficción parece haber pecado de “cabezota” en un sentido: se negaron a cambiar cuando tanto lo pedían, y ahora ya no hay tanta gente que pida, porque se ha marchado. Veremos si las recepciones positivas de esta nueva temporada tienen un efecto de retorno. Pese a todo, nos gustaría que así fuera.