El lado de Winston Churchill que nadie conocía

No es nada fácil redescubrirnos a una de las figuras políticas más importantes de la historia global. Pero ‘El instante más oscuro’ lo ha hecho. ¿Quién no había oído hablar antes de Winston Churchill? Incluso los más jóvenes lo han hecho, aunque haya sido por encima en sus clases de historia, pero la figura del británico siempre está presente. Y, sin embargo, ¿quién le conoce verdaderamente?

Todos sabemos que las decisiones de Winston Churchill fueron fundamentales para que el final de la Segunda Guerra Mundial fuera el que fue, algo que no se olvida en el Reino Unido, pero que tampoco se hace en el resto de Europa. Sabemos que es uno de los políticos más destacados de los últimos años. Pero hasta aquí llega nuestro conocimiento.

Quizá por esta razón, ‘El instante más oscuro’ ha sido todo un descubrimiento para muchos. El enorme trabajo de Gary Oldman nos ha permitido conectar a la perfección con Churchill, llegando a conocer otra cara del político que muchos ni siquiera imaginaban. Ese rechazo por parte de su partido, por lo peculiar que era, las inseguridades internas que nunca quería mostrar, la importancia que tuvieron en todo momento las personas de su entorno…

Pero eso no es todo. Uno de los puntos fuertes de la película dirigida por Joe Wright es el humor del propio protagonista, esos instantes en los que toda la tensión a la que estaba sometido, que a su vez se traslada al público, se rompe con una enorme carcajada. Un claro ejemplo lo encontramos en el origen de su ya característico símbolo de la victoria.

Winston Churchill, como todos, tenía sus aspectos negativos, cometía errores y se equivocaba, algo que es evidente, pero ahora sabemos que era mucho más humano de lo que jamás habríamos imaginado. Incluso la escena del metro, una anécdota que gran parte del público ya conocía, ha asombrado a aquellos que no sabían absolutamente nada del político. Su cercanía conquistó a Reino Unido en aquella época y lo ha hecho ahora con el resto del mundo.

No nos cansamos de repetirlo. El cine es mucho más que entretenimiento, mucho más que dos horas de distracción del mundo real. Este séptimo arte nos permite descubrir cosas que desconocíamos y aprender, crecer como personas. Películas como ‘El instante más oscuro’ son la clara prueba de ello.