Galerías Velvet: Un Final Perfecto para una Serie Perfecta

Velvet nos ha dicho adiós, es definitivo. Personajes a los que hemos amado, con los que hemos reído, con los que hemos llorado, con los que hemos sufrido… Esos personajes, ¡nos han dicho adiós! Nos quedamos con un sinfín de momentos que recordar y con la sensación de que pasará mucho tiempo antes de que descubramos una serie que nos llegue tanto al corazón.

Y el último capítulo de una serie inolvidable ha estado a la altura de lo que han sido cuatro temporadas marcadas por el éxito y por una audiencia fiel que siempre quería más. Velvet ha hecho historia de tantas formas diferentes que no hay ninguna duda: es el ejemplo de lo que se debe hacer en una ficción para televisión.

¡Pero toca hablar de ese episodio final! Por supuesto, tuvimos lo que tanto deseábamos: un final de cuento de hadas para Ana y Alberto. Ellos se han convertido en el ejemplo de que el amor puede seguir triunfando si luchas a diario por ello, si no te rindes ante las obstáculos y si respetas y quieres a esa persona de verdad, de corazón.

Tras comprobar que su pequeño Alberto estaba bien, los preparativos para una de las bodas más deseadas de la historia de la televisión se aceleraron, no sin antes conseguir que Galerías Velvet volviera a manos de quien siempre ha pertenecido: Alberto.

¿Fue realmente un final perfecto? Seguro que algo os está haciendo dudar de estas palabras: después de una batalla incansable, el cáncer ha vuelto a atacar a nuestra querida Rita, poniendo a prueba su entereza y su fuerza en uno de los días más importantes de su vida, la boda de su mejor amiga. Pero aún con esto es un final perfecto, porque la propia Cecilia Freire así lo considera: de esta manera, no se lanza un mensaje de que la vida es un camino de rosas sino que hay que luchar, pero que se puede conseguir, se puede superar, nunca hay que rendirse.

Y a su lado tiene a Pedro, padre y marido de diez que sigue enamorándonos como el primer día. Clara y Mateo confirmaron que el amor que siempre habían sentido el uno por el otro seguía estando ahí, más fuerte que nunca; Emilio y doña Blanca nos regalaron varias de las escenas más emotivas de la serie, ¡ambos son dos personajes a los que adoramos!; Humberto apareció por sorpresa para hacer más feliz a un Raúl de la Riva ya eterno; Patricia y Enrique también se dieron una nueva oportunidad… Y, por supuesto, tanto Carlos como Cristina recibieron su castigo, sumado además a una aparición estelar de Bárbara que nos encantó.

¿Podía haber sido más perfecto? ¡Lo dudamos! Ha sido una forma maravillosa de decir adiós a una serie que, como os decimos, ha hecho historia y ya tiene su nombre grabado con letras de oro en nuestra televisión. Hemos visto cómo este final se escribía paso a paso, capítulo a capítulo, temporada a temporada… Y no podemos estar más contentos de haberlos acompañado en este viaje.

¡Hasta siempre, Velvet!

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