Masterchef: Pablo, el Bustamante de las Cocinas, Expulsado

Tras el último programa, Pablo se ha convertido en el último expulsado del concurso más delicioso de todos, Masterchef. El campeón de artes marciales se marchó como entró: con lágrimas en los ojos.

Pablo se convirtió en el octavo expulsado de esta edición después de una noche que no merece ser recordada. Olvidó las fresas en la primera prueba, donde el reto era elaborar un helado merengue ¡y fresa! No lo hizo mejor en la prueba de exteriores, donde se criticó la torpeza que mostró.

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La prueba de eliminación fue concluyente y el jurado fue muy duro con él y su plato que «no estaba cocinado», según palabras del propio Jordi. Pablo escuchó el veredicto con lágrimas en los ojos y sabiéndose ya expulsado.

Explicó que no podía evitar romper a llorar después de escuchar lo que el jurado tenía que decirle y lamentó dejarse la piel en cada momento y que no sirviera de nada.

Pablo siempre ha sido el concursante más criticado por todos sus compañeros, incluso por el jurado y, cómo no, por la audiencia, que es soberana.

«El Bustamante de las cocinas» siempre se ha llevado muchos comentarios negativos que criticaban, sobre todo, sus continuas lágrimas. Algunos le tachaban de «blandengue», otros no se creían el papelón que estaba haciendo.

Incluso alguno de sus compañeros, como Kevin, aseguró en su día que lo único que estaba haciendo era tener en las lágrimas una estrategia para conseguir llegar más lejos.

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A falta de la repesca, que veremos en el próximo programa, Pablo ha quedado fuera de Masterchef. «Lo más duro de ser eliminado es irte cuando haces las cosas mal», reconoció después de conocer su marcha.

¡Ánimo, Pablo! ¡Puede que en una semana vuelvas a estar dentro!

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