Así han sido las vacaciones de Maluma y Natalia Barulich

Maluma es uno de los cantantes más exitosos de los últimos tiempos. ¡No es para menos! Con su música ha logrado marcar un antes y un después en la historia de la música urbana con todas y cada una de sus canciones. Está claro que se ha ganado a pulso ser uno de los artistas más reconocidos a nivel mundial.

Pero ahora mismo no es noticia por cuestiones profesionales sino por su ámbito personal. Está en uno de los mejores momentos y más aún desde que confirmó su relación sentimental con la modelo Natalia Barulich. Ha dejado más que demostrado que está tremendamente enamorado de su chica. ¡Son un amor!

Juntos están protagonizando unas vacaciones de ensueño. El cantante no ha tenido ni un solo día de descanso hasta ahora por lo que han querido aprovechar cada momento juntos. Cada instante que pasan el uno junto al otro se convierte en uno de ensueño. ¡Y eso es algo verdaderamente fascinante!

With my sweetheart ?

Una publicación compartida de tl Brulch ? (@natalia) el 30 Jul, 2018 a las 2:20 PDT

Maluma y Natalia Barulich estuvieron unos cuantos días en Miami pero, poco después, anunciaron en Instagram que estaban a punto de comenzar un nuevo viaje en avión. No adjuntaron el nombre del destino al que irían pero, unas cuantas horas después, la propia modelo se encargó de hacerlo saber en sus redes sociales.

Una de las parejas del momento ha querido viajar a Croacia. Se trata de uno de los destinos turísticos de moda pero, por si fuera poco, también es uno de los países de Natalia Barulich. Recordemos que la joven tiene doble nacionalidad: cubana y croata. Una oportunidad más que perfecta para que Maluma conozca las raíces de su chica.

Se les ve radiantes y tremendamente felices. Es más que evidente que desde que se confirmó la relación sentimental entre ambos todo ha sido mucho más sencillo para los dos. No tienen que esconderse y pueden recorrer el mundo entero sin necesidad de ocultar absolutamente nada. Maluma y Natalia Barulich están tremendamente enamorados y encantados con la vida. ¿Qué más se puede pedir?