Rocío Flores Carrasco, le Primera en Felicitar a su Hermano David tras la Polémica de su Custodia

Rocío Carrasco no se libra de la polémica, sobre todo desde que salió a la luz que lleva meses sin ver a su hijo, David Flores y desde que se conoció la noticia de que ha pasado por el altar con el que lleva siendo su pareja desde hace años, Fidel Albiac. El problema viene cuando corren los rumores que acusan de ser un enlace solo por intereses económicos, para salvar la precaria situación de Rociíto.

Por un lado está Antonio Flores, que fue su marido hace por lo menos veinte años, con el que no mantiene siquiera una relación cordial. Cuando tienen dos hijos de por medio esta situación se vuelve más difícil que de costumbre, sobre todo por el tema de la custodia. Rocío y David Flores son los progenitores de ambos… Aunque cada uno parece seguir caminos diferentes.

Y es que el caso de Rocío Flores es distinto al de David: la veinteañera, cuando solo tenía 16, decidió irse a vivir con su padre porque la convivencia con su madre no tenía -ni tiene- por dónde cogerse. ¡Vaya dos patas para un banco! De hecho, hace poco hizo un vídeo en directo en su cuenta de Instagram en el que aclaraba la situación: «A mí no me pasa nada con mi madre, lo que pasa es que ni me va ni me viene. ¡Mi madre me da igual!».

La adolescente ha aprovechado sus redes para mandar un mensaje cariñoso a su hermano por su 18 cumpleaños: «El 15 de diciembre de 1998 nació mi compañero de vida, mi apoyo incondicional, la persona que más puedo querer en este mundo. Solo pedirte que sigas siendo esa persona que es capaz de hacerme reír en el peor de los momentos, espero verte con esa sonrisa que llevas por bandera enteramente, felicidades enano ya sabes lo mucho que te quiero». ¡Y menudo mensaje!

Están siendo años difíciles para el cumpleañero: el chico estaba en régimen de custodia compartida, aunque no se estuviese llevando a cabo. Tal y como nos cuenta Lecturas en una entrevista, el padre del susodicho fue claro: «Rocío Carrasco lleva tres meses sin ver ni hablar con su hijo».

Ahora que el niño ha cumplido 18 años podrá decidir con quién querrá vivir. ¿Seguirá los pasos de su hermana? Podríamos pensar que sí, pero lo cierto es que no tenemos constancia de que el joven haya tenido discusiones con su madre, como sí le ocurría a la veinteañera. ¡Veremos qué decide el ahora el nuevo «adulto»!

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