Twitter se alza en contra del Coachella y estas son las razones

Desde hace mucho tiempo, el Coachella es una de esas fechas señaladas en el calendario. Música en directo de los mejores artistas del planeta, todo tipo de looks de los que sacar ideas o de los que simplemente disfrutar, contacto con las diferentes celebrities que no quieren perdérselo, interactuación entre ellos y contenido para sus seguidores… Dos fines de semana que son inolvidables en muchos sentidos, en conclusión.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Y aunque muchas personas desconozcan la información que vamos a proporcionar, lo cierto es que cada vez son más los que se han mostrado públicamente en contra de este festival.

Todo comenzó como suelen empezar las revoluciones hoy en día: a través de Twitter. Es cierto que esta red social tiene sus aspectos negativos, pero no podemos negar las repercusiones positivas que ha tenido en la sociedad. A través de tweets como el que vamos a mostraros es como comenzó esta revolución:

Coachella is high key sad; seeing all these LGBT+ and anti-gun influencers attending/artists performing when the owner of coachella is actively against the LGBT+ community and is pro-gun, and its all all mixed in with some cultural appropriation, how ugly can a festival get smh

— Nicole (@smoothseastyles) 14 de abril de 2018

La usuaria en cuestión estaba hablando de Philip Anschutz, el dueño del Coachella, un empresario de 78 años. Son varios los medios estadounidenses que se han referido a este asunto, como ‘Variety‘, llegando a dar cifras oficiales de estas donaciones y organizaciones o partidos a los que han ido destinadas, en su mayoría republicanos. Sin embargo, cuando se trata del Coachella esta información parece quedar en el olvido, incluso en un consciente segundo plano, pues nadie quiere perderse este festival.

Las protestas, como decimos, se han extendido. El hecho es que el Coachella siempre ha sido una especie de símbolo de todo lo contrario: amor, paz, comunión. La sociedad que buscamos hoy en día. Mientras tanto, su dueño se dedica a financiar políticas que promueven exactamente lo contrario.