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Crítica de ‘Yo, Tonya’: Puede serlo todo y lo es

Este viernes 23 de febrero llega a nuestros cines ‘Yo, Tonya’, el biopic de Tonya Harding protagonizado por Margot Robbie, Allison Janney y Sebastian Stan. Aquí tienes nuestra crítica. ¡Entra!

por Redacción
Crítica de ‘Yo, Tonya’: Puede serlo todo y lo es
Crítica de ‘Yo, Tonya’: Puede serlo todo y lo es

Se acercan los Oscar y con ellos el estreno de todas esas películas que se han situado como las mejores de este pasado ejercicio. Ese es el caso de ‘Yo, Tonya’, biopic acerca de la vida de la patinadora artística Tonya Harding, que aterriza en nuestros cines este mismo viernes 23 de febrero.

Protagonizada por una maravillosa Margot Robbie, a la que acompañan a la perfección Allison Janney y Sebastian Stan, esta cinta sigue la vida de una de las deportistas más queridas y odiadas de Estados Unidos, girando en torno al terrible accidente sufrido por su rival, Nancy Kerrigan, del cual se culpó al entorno de la propia Tonya.

A simple vista, es posible que el argumento no sea el más atractivo para el público español. Aunque en Estados Unidos todos siguen teniendo presente la enorme polémica que se generó con el accidente de Kerrigan, así como a la figura de Tonya Harding, en España son muchos los que ni siquiera habían escuchado estos nombres con anterioridad. Sin embargo, la historia te atrapa, al igual que lo hace el personaje interpretado por Margot Robbie.

La narrativa de la película es, sin duda, uno de los puntos fuertes. Esos pequeños momentos en los que se corta la escena y sus protagonistas se dirigen al público, esa manera de meternos dentro de la vida de Tonya Harding, de contar con nosotros y no hacernos meros testigos, es totalmente adictiva.

Pero si hablamos de algo adictivo, tenemos que quedarnos con las interpretaciones de Margot Robbie, Allison Janney y Sebastian Stan. Las dos primeras, que han sabido no sólo meterse en la piel de Tonya y su madre, LaVona, sino convertirse directamente en ellas, han visto reconocido su trabajo con nominaciones y galardones, así como con el aplauso del público, que finalmente se ha rendido a los pies de ambas.

Y es que lo que hacen en la película es una verdadera clase magistral de interpretación, de magnetismo, de simbiosis. Su escenas en solitario son potentes, pero cuando estas dos bestias se unen se genera algo mágico, algo que no te permite retirar la vista de la pantalla y que tensiona hasta al más calmado.

No podemos olvidarnos del gran olvidado de la cinta, valga la redundancia. Sebastian Stan ha sabido convertirse en el oscuro Jeff Gillooly, siendo capaz a la vez de presentarnos ese encanto que atrapaba a Tonya y que, en cierta manera, también nos ha atrapado a nosotros. El rumano nos ha demostrado en esta película que es mucho más que el fiel escudero de Capitán América, regalándonos algunas escenas en las que nos deja completamente sin aliento.

La combinación de estas interpretaciones que se acercan muchísimo a la perfección, de una narrativa mágica, con un ritmo trepidante pero no atropellado, y de la propia historia, que no deja a nadie indiferente, hacen de ‘I, Tonya’ una de las mejores películas del año y una de las imprescindibles para los amantes del cine. 200% recomendable.

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