‘Love, Simon’ o la película que más necesitábamos

Después de mucha espera, de que hayamos leído críticas provenientes de Estados Unidos desde hace meses y de que nuestra expectación haya crecido hasta límites insospechados, al fin llega ‘Love, Simon’ a nuestro país. Este viernes 22 de junio se estrena la película dirigida por Greg Berlanti y protagonizada por Nick Robinson.

En ella conocemos a Simon, quien se define como un chico «como tú», que tiene una familia normal, unos amigos geniales y que va al típico instituto. Vamos, un protagonista típico de película, si no fuera por el enorme secreto que guarda. Nadie, absolutamente nadie sabe que Simon es homosexual.

Desde que comenzó a descubrir su sexualidad, decidió mantenerla en secreto y prácticamente ni siquiera aceptarla. De hecho, en varias ocasiones vemos cómo es incapaz de afirmar que es homosexual. Una muestra de todos los prejuicios y miedos que rodean a algo tan natural como el amor y la atracción.

Cuando menos lo esperaba, Simon comienza a hablar vía e-mail con un compañero de instituto que se encuentra en su misma situación, pero que no quiere revelar su identidad, ni siquiera a él. A través de estas conversaciones, ambos van adquiriendo el valor para aceptarse y para quererse a sí mismos, y terminan enamorándose.

Más allá de la historia de amor de estos dos personajes, es el descubrimiento de uno mismo y la aceptación de uno mismo, así como de los demás, lo más importante de esta película. La manera en la que nos muestra la realidad de tantas y tantas personas que sufren en silencio por el simple hecho de amar, por el simple hecho de ser.

A través de la cinta abrimos los ojos, nos damos cuenta de cómo pequeños detalles, insignificantes para quien no los ha sufrido, pueden terminar de romper a una persona. Y no sólo eso. Sino que también comprendemos o recordamos lo injusta que es la situación en la que nosotros mismos hemos puesto a todo aquel que no entre en el estereotipo heterosexual, en la mayoría que siempre ha sido aceptada y que continúa siéndolo.

‘Love, Simon’ es simplemente verdad, es luz, es amor y es color. Es un canto a la libertad y no a una libertad utópica, sino a la libertad que todos merecemos, que todos debemos tener y que vamos a lograr. Una película bien hecha, con buenas interpretaciones y con una historia que, si bien peca de ser algo predecible o empalagosa, enamora y emociona. Completamente recomendable para todos los públicos, necesaria, de esas que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida.