‘Mamma Mia 2’ es la combinación perfecta de nostalgia, música y verano

Como en cada ocasión que se pretende rescatar una historia del pasado que ha gustado mucho, había dudas. Los propios protagonistas tenían dudas, como ellos mismos han confesado en más de una ocasión. Podía salir muy bien, pero podía salir muy mal. Tenemos muchos ejemplos que demuestran tanto lo primero como lo segundo, y tras ver ‘Mamma Mia 2’ habrá división de opiniones en este sentido, dependiendo de cómo haya querido entender o vivir cada uno esta secuela. En mi caso, es el ejemplo de lo primero. Ha salido bien.

Porque ‘Mamma Mia 2’ es todo lo que pretende ser. No creo que aspirase a ser la película del año, ni creo que aspirase a ser una obra maestra, ni siquiera sé si pretendían que permaneciera en la memoria del espectador como sucedió con la primera, que es la antonomasia de todos los musicales veraniegos de la historia del cine.

Creo que ‘Mamma Mia 2’ quería ser una película fresca, divertida, evidentemente musical, nostálgica y entretenida. Y lo es. Ha rescatado esa historia que millones de personas amaron hace diez años, que a día de hoy se sigue viendo cuando se emite en cualquier canal de televisión, y le ha dado una vuelta. Nos ha ofrecido otra versión de la misma, su pasado, y además nuevas tramas. Con los personajes de siempre, pero también de manera diferente. Conocíamos a Donna, Sam y el resto, pero no conocíamos su juventud. Y esa juventud tiene tanta fuerza como tiene la juventud de Sophie que vimos en ‘Mamma Mia’, y tiene además algo de la que ésta carece: el componente nostálgico, porque el espectador se encuentra de pronto con el pasado de viejos conocidos a los que aprecia.

El reparto, además, no podía haber sido más acertado. Todos cumplen a la perfección con el papel de trasladarnos a otra época donde los personajes eran diferentes, y lo hacen consiguiendo que mantengan su esencia. Tengo que mencionar aquí a Lily James, pues en una ocasión, en los primeros compases de la película, cerré los ojos y creía escuchar una voz joven de Meryl Streep. Ha hecho un trabajo muy bueno, y ha demostrado, como ya demostró en ‘Cenicienta’, que no le teme a las leyendas.

No esperaba más de ‘Mamma Mia 2’ que lo que he tenido, por eso estoy tan satisfecha. Y esto no significa que esperase poco: esperaba que me hiciera sentir de la misma manera que me hizo sentir la primera entrega, y creo incluso que ha superado esas emociones. Sobre todo, por lo que ya he mencionado: le ha añadido una nostalgia que me ha llevado a las lágrimas en más de un momento y que me ha hecho conectar aún más si cabe con lo que estaba viendo en pantalla.

Supongo que no soy en absoluto objetiva en este análisis, porque es cierto que siempre he estado muy ligada a este cuento que tantas veces me ha hecho respirar libertad y autenticidad, y que tal vez permita fallos que no admito en otros casos, pero también creo que esta es esa clase de película en la que la subjetividad tiene un peso tremendo. No se trata de que sea una película de Oscar o no, se trata de sentir o no sentir. Y yo ‘Mamma Mia’ la he sentido siempre mucho.

‘Mamma Mia: Here we go again’ es, en definitiva, un canto a lo que fue ‘Mamma Mia’. Un homenaje a esta película, a sus protagonistas, a los millones de espectadores que disfrutamos con ella. Una reunión de amigos que llevan una década sin verse y que disfrutan tanto juntos que esa alegría se vuelve contagiosa. Una película de música, de verano, de amor y de libertad. ‘Mamma Mia 2’ es la película que tenéis que ver estas semanas. Y saldréis cantando de la sala de cine.