Capítulo 6: Arnau asume un papel que le lleva a tener una vida de contrastes

Quién nos iba a decir cuando Bernat llevaba en brazos al pequeño Arnau a Barcelona, huyendo de su señor, que éste iba a convertirse en uno de los hombres más influyentes de la ciudad años más tarde. Arnau Estanyol ha librado muchas batallas, y de todas ellas ha salido no solo airoso sino victorioso. Eso le ha llevado a granjearse una fama y una posición que ya habíamos visto en el anterior episodio, pero que no había terminado de explotar. Ahora ha explotado, pero eso no nos lleva a hablar solo de sentimientos y situaciones positivas.

La ciudad de Barcelona está en peligro, y en manos de Arnau está la clave para evitar que las tropas castellanas se hagan con la victoria. Frente al rey Pedro y a una buena parte del pueblo, Arnau pone en práctica un plan que consigue que 30 peligrosas galeras no puedan acceder a la ciudad. La batalla se libra y Barcelona gana, gracias a un resolutivo Arnau que termina de hacerse con el respeto del rey.

Esto, por supuesto, tiene sus consecuencias. Arnau deja de ser un simple cambista, un simple vasallo, para convertirse en un miembro de la nobleza que además debe casarse con la pupila del rey, Elionor, en un matrimonio que no puede rechazar pero que detesta. Y que rompe un corazón puro que ama a Arnau verdaderamente: el de Mar.

Arnau es consciente de los sentimientos que tiene la mujer más importante de su vida, pero no puede corresponderlos. Y aunque vemos el primer acercamiento entre ellos, aunque todos entendemos que hay mucho más que una relación paternal entre los dos protagonistas, no puede ser posible. Arnau es de nuevo un hombre casado y tiene obligaciones que cumplir. Mar, sin embargo, no se rinde. Y esto también tendrá consecuencias.

Una de las primeras decisiones de Arnau es terminar con el vasallaje en sus tierras. A pesar de que los nobles de su alrededor se niegan, Arnau consigue derogar los malos usos y los vasallos de Montbui reciben su libertad. Esta decisión contrasta con otra más complicada que debe tomar como Cónsul del Mar: en su primer juicio, debe condenar a un hombre pobre siguiendo las leyes establecidas.

Es una injusticia a la que seguirán otras tantas, dada su nueva posición. Solo le queda apoyarse en Mar, apoyarse en Guillem y seguir adelante llevando una vida lo más parecida posible a lo que siempre ha querido vivir. Así es como Arnau pasará a llevar una vida de contrastes, en la que aspectos positivos y negativos se entrecruzarán de manera inevitable. Desde su posición, podrá ofrecer mucha ayuda, pero también puede hacer mucho daño. Y en ocasiones ambas cosas no podrá separarse.