‘Déjame salir’ demuestra que el terror tiene cabida en los Oscar

Estamos acostumbrados a que un tipo de género domine las diferentes categorías de los Premios Oscar. Por ejemplo, sabemos que los Mejores Efectos Visuales suelen ir a parar a películas de ciencia ficción, porque realmente es en éstas donde pueden verse los grandes trabajos que se realizan en este sentido.

También sucede algo semejante con la categoría de Mejor Película, aunque en este caso las cintas de ciencia ficción suelen quedar bastante reducidas, con excepciones tan maravillosas como ‘La Llegada’ el pasado año o ‘Mad Max: Furia en la carretera’ hace un par, por mencionar a algunas. Hay más, claro, pero en esta categoría priman las cintas realistas. Si pueden ser históricas, entonces tienen un plus.

Es decir, hay una serie de patrones que puedes seguir si quieres que una película sea tenida en cuenta. A la Academia de cine de Estados Unidos le gusta, como decimos, el realismo, la historia, los dramas y todo aquello que esté basado en hechos reales (y sea digno en pantalla, claro). Por eso no deja de ser asombroso que este año se haya colado una película que puede definirse como una película de terror.

‘Déjame salir’, dirigida por Jorda Peele (nominado en Mejor Dirección) y protagonizada por Daniel Kaluuya (Mejor Actor) ha demostrado que podemos seguir llevándonos sorpresas en unos premios que muchos consideran predecibles. Desde luego, son pocas las veces que se salen del guión habitual, así que siempre agradecemos que lo hagan.

‘Déjame salir’ nos cuenta la historia de Chris, un joven afroamericano que visita a la familia de su novia Rose en su gran mansión; sus padres forman un matrimonio adinerado, tradicional, y Chris cree que puede existir en ellos un problema de racismo. Rose le asegura que no y al llegar se encuentra con dos personas complacientes, aparentemente amables. Poco a poco, sin embargo, va descubriendo cosas que ni siquiera podía imaginar.

Es una historia de terror, una historia de intriga y de misterio que ha calado muy hondo en Estados Unidos y que demuestra que, cuando algo tiene verdadero impacto, tiene cabida en los Premios Oscar. Aunque se salga de lo habitual.