El ascenso silencioso de Hailee Steinfeld

Hailee Steinfeld fue una de las personas más jóvenes en estar nominadas a un premio Óscar; se dice pronto pero es mucho. Sucedió en 2011, cuando tan solo tenía 11 años. Cabe pensar que, igual que ha sucedido en otras ocasiones, podría haber tirado por la borda ese éxito inicial por no saber gestionarlo, pero eso no iba con Hailee.

2011 fue el año en que despuntó pero no cuando todo empezó. Con tan solo ocho años, Hailee ya aparecía en cortometrajes y empezó a hacer sus pinitos en series de televisión. Los hermanos Coen la eligieron para que protagonizara True Grit y el resultado fue el que ya os hemos contado: la nominación al Óscar.

Desde entonces, Hailee ha estado trabajando. Sin hacer mucho ruido pero estando ahí, constantemente presente, con proyectos de esto o aquello, compartiendo su música con el mundo y escalando, poco a poco, hasta llegar a donde llegará algún día: lo más alto.

Y es que a esta joven de 20 años le sobre talento. Ya se demostró hace seis años pero lo bonito, lo verdaderamente importante como os decimos, es que no se quedó ahí. No se quedó en una nominación que podría haber roto su adolescencia y condicionado el resto de su vida: Hailee se esforzó por construirse un futuro que hoy es presente.

No ha abandonado el mundo del cine, ni mucho menos; hace poco tiempo fue confirmada para la tercera entrega de Pitch Perfect y hemos seguido viéndola en nuestras pantallas. Su música, además, nos acompaña cada día: Starving no deja de sonar en todas las radios del mundo.

Un éxito tras otro, lejos de escándalos. Un ascenso silencioso que, estamos seguros, va a terminar muy bien.

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