‘Juego de Tronos’: Nikolaj Coster-Waldau no soporta esta escena de la serie

Parece que con ‘Juego de Tronos’ nos hemos curado de espanto. Hemos visto de todo en la ficción de HBO, desde asesinatos sangrientos que no esperábamos (no olvidamos a Oberyn Martell) hasta violaciones que nos han revuelto las tripas (incapaces de recordar la escena de Sansa y Ramsay Bolton sin que nos entre un escalofrío).

Nosotros, como espectadores, hemos asistido a todo tipo de escenas y en ocasiones no nos paramos a pensar que los intérpretes que nos las han dado han tenido que pasar por ellas realmente (desde la distancia, claro, que te ofrece la interpretación y no una vivencia real). Cabría pensar que después de ‘Juego de Tronos’, serían capaces de cualquier cosa, pero lo cierto es que también ellos han sufrido y siguen sufriendo.

En una última entrevista con ‘Variety’, Nikolaj Coster-Waldau, el encargado de dar vida a Jaime Lannister, ha confesado qué escena de la serie no soporta por la crueldad de la misma.

Y resulta que, aunque su personaje protagoniza alguna que otra que podríamos nombrar, es una ajeno a él la que ha mencionado. Se dio en la quinta temporada, en el último episodio. Si tenéis buena memoria, seguramente ya habréis recordado una de las más impactantes: cuando Shireen Baratheon muere por decisión de su propio padre, Stannis, que necesitaba el sacrificio de alguien con sangre real justo antes de la importante batalla que se libró contra los Bolton.

Es una escena muy dura, muy cruel, como apunta el propio Nikolaj. «Fue cruel. Entiendo por qué lo hicieron, pero simplemente no pude verlo. Fue difícil incluso leerlo», ha explicado.

También ha querido señalar otra escena: la que envuelve a Robin Arryn y su madre en la primera temporada, cuando vemos a la hermana de Caitlyn dando de mamar a su hijo de siete años. «Fue raro y estaba mal en todos los niveles», confesaba.