Las lecciones de ‘Me cambio de década’ sobre los complicados años 60

‘Me cambio de década’ es la nueva apuesta que ha decidido hacer Antena 3. Este programa se trata de coger a una ‘modern family’ para trasladarla a una década determinada. En este caso, la elegida ha sido la de los años 60.

Los Vela Cedena ha sido la familia que ha vivido en esta década tan maravillosa. Está formada por un matrimonio con dos hijos de relaciones anteriores y uno en común. Cuentan, a su vez, con cinco móviles, dos tablets, tres televisores y un completo estudio de grabación de música en casa. ¡No les falta detalle!

Han decidido dejar atrás todo eso para instalarse en la década de los 60, aquella tan característica de los peinados tan elaborados y abombados, las minifaldas y las míticas radionovelas, entre otras muchas cuestiones. En esa época se vivía aún dentro de la dictadura, las relaciones de pareja se protegían con carabinas e, incluso, el entretenimiento se advertía con los famosos dos rombos.

Para colmo de alegrías aparecieron los dos rombos. ¡Niños a la cama! #MeCambio60 https://t.co/mwgfusniks pic.twitter.com/0Hd3ruiEA3

— Me cambio de década (@cambiodedecada) September 11, 2017

Está claro que los Vela Cedena se han metido mucho en el papel e, incluso, Antena 3 se ha empeñado en cuidar hasta el más mínimo detalle de esa década. Tanto es así, que ni tan siquiera quisieron pasar el hecho de que el valor de una mujer en los 60 dependía de lo feliz que hacía a su marido.

De hecho, recordaron que existían folletos donde se explicaba cómo debían actuar y tratara los hombres. ¡Ni tan siquiera las mujeres podían abrir una cuenta en el banco sin el permiso de sus maridos! Estaba claro que en los años 60, la mujer no era más que ‘un complemento del hombre y de la casa’. Esa idea estaba demasiado interiorizada en esa época.

Al terminar la experiencia, los Vela Cedena confesaron a Arturo Valls que lo que más habían echado de menos era la música, el móvil, la televisión… Pero tienen claro que han hecho cosas y compartido momentos que en la vida real nunca hubieran llegado a hacer, y por eso han estado encantados de vivir una experiencia así. ¡Nos encanta!