Los extraños mensajes de Luis Merlo que preocupan a sus seguidores

Los seguidores de Luis Merlo no ganan para disgustos. Como bien sabrás, hace poco más de un mes el actor tuvo que ser ingresado de urgencia tras encontrarse mal repentinamente. Un momento muy tenso para todos sus seres queridos y, por supuesto, para él mismo, que acabó siendo tan solo un susto.

El actor sufrió una insuficiencia respiratoria, pero no tardó en recuperarse y ya está inmerso de nuevo en su vida laboral. En medio de su gira teatral con ‘El test’ y preparado para retomar el rodaje de ‘La que se avecina’, Luis Merlo ha tomado de nuevo las riendas de su vida y ha vuelto a la rutina.

Sin embargo, en las últimas horas han vuelto a saltar las alarmas. En esta ocasión no es su salud lo que nos ha preocupado, sino su estado de ánimo. El actor lleva unos días publicando una serie de tweets bastante melancólicos y nostálgicos, que nos han invitado a pensar que no está atravesando su mejor momento.

No envejecemos cuando se arruga la piel, envejecemos cuando los sueños y las esperanzas se arrugan. #Buenosdias #FelizSabado

— Luis Merlo (Oficial) (@luismerlo_actor) 2 de septiembre de 2017

Cada persona que vemos está luchando una batalla de la que no sabemos nada. #BuenosDias #FelizMiercoles

— Luis Merlo (Oficial) (@luismerlo_actor) 30 de agosto de 2017

En estos tweets Luis Merlo revive y alaba el pasado, dándonos a entender que lo echa de menos y que le gustaría en cierta manera retomar esa época de su vida. ¿Vienen todas estar reflexiones del problema de salud que tuvo? ¿Ha sido esto lo que le ha hecho replantearse absolutamente todo en su vida?

Al parecer, no tenemos de qué preocuparnos. Según ha comentado su propio hermano, Pedro Larrañaga, estos tweets tan solo responden a la naturaleza reflexiva de Luis Merlo, una persona a la que le encanta compartir sus pensamientos con todos nosotros. «Está estupendamente, no hay que darle más importancia a estos mensajes».

Estas declaraciones han devuelto la tranquilidad a los seguidores del actor y nos han dejado claro que no hay absolutamente ninguna razón por la que estar preocupado. ¡Menos mal!