Crítica ‘Petra’: Una elevada tragedia en la que el espectador es uno más

Poco a poco, empiezan a llegar a los cines las películas que parten como favoritas de cara a los próximos Premios Goya. Entre ellas se encuentra ‘Petra’, nuevo largometraje de Jaime Rosales que se estrena este mismo viernes 19 de octubre. Una cinta que nos introduce de lleno en una compleja familia, más compleja aún que aquellas a las que estamos acostumbrados, y nos hace prácticamente parte de la trama.

Todo comienza cuando Petra, una joven artista, aterriza en el hogar de Jaume para disfrutar de una beca a su lado. El también artista tiene fama de despiadado y cruel, pero eso no la asusta. En realidad, el personaje interpretado –con un gusto exquisito- por Bárbara Lennie no busca mejorar sus técnicas ni descubrir si ese es su futuro, tan solo quiere esclarecer si ese hombre es su padre.

Tras el fallecimiento de su madre, quien siempre le había ocultado todo lo referente a su progenitor, Petra logra que una persona de su pasado le revele el nombre de un antiguo romance de su madre, el que podría ser su padre. Y ahí aparece Jaume. A partir de esta revelación y del encuentro de ambos, se suceden una serie de acontecimientos que nos llevan directamente a la tragedia más absoluta.

La verdad que contemplamos en la historia y en todos y cada uno de los personajes es, sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de este largometraje, en el que las interpretaciones rozan la perfección absoluta. Bárbara Lennie, Joan Botey y Àlex Brendemühl atrapan con una sola mirada y se meten tanto en sus personajes que llega un punto en el que nos es imposible ver a los actores.

Pero no todo son personajes e interpretaciones. ‘Petra’ logra algo maravilloso, que es introducir al espectador en la historia más allá de ser un mero testigo. A través de unos planos muy estudiados y de un guión tan natural que parece sacado de la vida real, Jaime Rosales consigue que creamos que estamos viendo eso, una escena existente, algo que nosotros mismos podríamos vivir o cruzarnos por el camino.

Eso es lo que quizá haga única a esta película. Además, ‘Petra’ tiene la virtud de, pese a contarnos uno de los dramas más profundos que nos hemos encontrado en los últimos años, no caer en el sentimentalismo por el sentimentalismo. Es dura, sí. Pero también es inteligente, irónica, rebuscada, intensa, elegante y desenfadada de manera equilibrada… Es, al fin y al cabo, auténtica y verdadera.

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