Crítica ‘Venom’: Veni, vidi, vici

‘Venom’ ya está aquí. La nueva película de Sony y Marvel se ha estrenado este mismo viernes 5 de octubre, rodeada de críticas algo dispares. Por fin tenemos la historia de Eddie Brock en la gran pantalla, la introducción de los simbiontes y esa parte del universo de Spider-Man que no habíamos podido disfrutar hasta el momento. Ahora la pregunta es, ¿está a la altura de lo esperado?

Con el titular ya lo dejo bastante claro. Con ese dicho latino, ‘veni, vidi, vici’, se puede describir a la perfección la trayectoria de ‘Venom’, desde su surgimiento hasta el momento actual. Después de que los amantes de los cómics de Marvel lo pidieran en innumerables ocasiones, llegó el momento de llevar al cine la trama de los simbiontes y de conocer a todos esos villanos cuya apariencia ya es temible por sí sola.

Ha llegado, ha venido, pero antes de hacerlo ha observado. En un momento en el que le pedimos cada vez más al cine de superhéroes, es complicado alcanzar las expectativas de los espectadores. Por eso es importante observar y entender qué es lo que funciona y qué no. Y eso es precisamente lo que se ha hecho con ‘Venom’, pese a que haya quien no termine de comprenderlo.

La película tiene absolutamente todo lo que un amante de este ‘género’ cinematográfico puede pedir. La acción está más que presente, así como ese humor tan característico de Marvel y que casa a la perfección con lo ya visto en ‘Spider-Man: Homecoming’. Pero también va más allá, como suele ocurrir con el UCM. Los personajes tienen un trasfondo, incluso el villano tiene un motivo que puede llegar a ser comprensible, y la presentación de la trama y del conflicto es profunda, sin llegar a ser demasiado compleja, y, sobre todo, natural.

Por lo tanto, queda bastante claro que ‘Venom’ ha vencido. No era nada fácil contentar a todos aquellos que llevaban tanto tiempo reclamando un largometraje dedicado a estos villanos, pero esta película bien podría hacerlo. Se hace corta, amena, entretiene, pero también nos regala momentos en los que la tensión traspasa la pantalla, así como otros en los que la emoción se apodera de nosotros.

Ni siquiera falla en el esperadísimo cameo de Stan Lee, que continúa manteniendo su vitalidad, su humor y esa esencia mágica que siempre ha tenido, o en las escenas post-créditos. De hecho, si hay que ponerle una pega, sólo se me ocurre uno: echo en falta algo más de interacción entre Venom y Riot. Pero tampoco se trata de algo verdaderamente necesario, sino de una apreciación personal que nace más de la fantasía de una gran pelea que de una ausencia de la película.

En definitiva, después de ver ‘Venom’ y de reflexionar acerca de ella, muchos llegarán a la conclusión, al igual que he llegado yo, de que han visto una película diferente a la que han visto aquellos que han hablado de un mal largometraje y de un retroceso en el cine de superhéroes. ‘Venom’ es todo lo contrario, es el producto perfecto de entretenimiento y la presentación ideal de un nuevo hilo del que tirar.

P.D.: No, no me he olvidado de Tom Hardy. Pero a estas alturas, las palabras sobran para este actor británico. Todo lo que se diga acerca de su actuación en ‘Venom’ es poco. Sólo por disfrutarla, ya merece la pena ir al cine.

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